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Tocaladecara ya podéis leer el cuestionario al que me han sometido los visitantes de ese blog. Ha sido un placer contestar a todas las preguntas (22), aunque sea una sensación extraña ser un entrevistador entrevistado. Gracias a arraigoo por el ofrecimiento y a todos los que mandaron sus preguntas por el interés.
Aquí podéis leerla completa pero os dejo bajo estas líneas una pequeña muestra. Espero que os guste.
-¿Iniesta o Xavi? ¿por qué?
Iniesta me parece un jugadorazo y está en un momento casi perfecto, pero Xavi es una debilidad. Iniesta desequilibra más y a nivel individual puede resolverte un partido, pero Xavi condiciona para bien a todo el equipo, dándole una personalidad y un estilo, como ocurrió en la Eurocopa. Si Xavi diera más pases verticales, sería perfecto, pero el futbolista perfecto no existe.
-¿Qué motivos esenciales impiden al Atlético de Madrid volver a ser lo que fue en la liga?
Mi opinión es que en todos los ámbitos les falta creérselo. Aparte de que las gestiones económicas y principalmente deportivas hayan estado en los últimos años por debajo de lo que se espera de ese club, creo que los directivos, el entrenador, los jugadores y la afición no acaban de convencerse de que pueden ganar un título, que pueden ganar a cualquiera y que son un grande. Hasta los dirigentes hablan de clasificarse entre los cuatro primeros en lugar de hablar de luchar por la Liga. Para ganar hay que estar convencido de que lo vas a hacer, aunque luego las circunstancias o tus carencias te lo impidan.
-¿Para poder vivir de periodista deportivo hay que renunciar a los principios?
Depende del medio en el que estés y de la forma de ser de cada uno o las necesidades económicas que tengas. Yo tengo bastante claro que nunca pisaré a un compañero de profesión (eso no quiere decir que sea tonto y no pretenda ser el primero en determinadas ocasiones), que nunca publicaré mentiras, que nunca presionaré o lameré el culo a alguien para conseguir una información o una entrevista y que nunca escribiré al servicio –cobrando o no- de algún club o alguna persona. Afortunadamente, pertenezco a un medio que me ayuda a cumplir con todos esos principios y alguno más. En otros medios, hubiera tenido que cambiar de redacción o dejar la profesión si no quisiera traicionarlos al menos alguna vez.
-¿Cómo se explica el hecho de que futbolistas como Mata y Granero no formen parte de la plantilla del Madrid y que otros como De la Red haya tardado tanto en tener 'su oportunidad' de demostrar que tiene nivel para jugar en el Madrid? ¿Falta calidad o valentía en los técnicos y directores deportivos blancos para apostar de manera firme en la cantera blanca?
Creo que es por motivos económicos, de imagen, de falta de valentía y que hasta ahora la promesa española estaba menos valorada que la extranjera. Espero que la huida de jóvenes al extranjero (‘factor Fabregas’) y el éxito de la Selección sitúen a nuestra cantera al menos al nivel de las sobrevaloradas argentina o brasileña, por citar alguna. Además, las aficiones deberían cuidar y apoyar más a sus canteranos. Utilizando nombres que citas, para mí Mata y De la Red son tan buenos o mejores que Higuaín y Gago pero ‘vende’ más fichar a un argentino que subir a uno del Castilla, y si pienso peor habría que incluir las comisiones que existen en los traspasos.
-¿Qué es lo más reconfortante que te ha dado la profesión?
Bastantes cosas. Por un lado, conocer/entrevistar a deportistas y cubrir acontecimientos que ni me lo creería cuando era más joven. Por otro, hacer amistades de compañeros de profesión o de deportistas: los primeros los valoro por la competencia feroz que hay y los segundos porque te demuestran que los hay humildes, accesibles y sencillos. Además, algunas entrevistas o informaciones me han dado satisfacciones en varios sentidos (económicas, felicitaciones de superiores o alegría personal por verlo plasmado en determinado sitio o haber conseguido algo difícil). Y aquí incluiría una anécdota: gracias a una entrevista que hice, se consiguió que dirigentes deportivos brasileños ayudaran a un jugador que estaba ‘secuestrado’ por un equipo turco; no le pagaban y tampoco le dejaban irse, le quitaron el pasaporte y le amenazaban si no jugaba. Su mujer y sus padres lo pasaron muy mal y afortunadamente hubo final feliz.