Vaya ridículo. Hacía mucho que el Sporting no me cabreaba tanto y que ese cabreo no me duraba tanto. Mira que durante la semana mascullaba que la visita a Almería tenía mala pinta pero ni en mis peores pesadillas esperaba un partido tan vergonzoso como el de ayer. Es inadmisible adelantarse 0-1, jugar con uno más 80 minutos y no sólo que te remonten o que no estés ni cerca de ganar, sino que te bailen. Ayer simultaneé este partido con el Chelsea-Arsenal y la comparación hacía aumentar mi herida de aficionado: me conformaba para mi equipo con un 5% de la intensidad del duelo de la Premier, de la pegada de Drogba, de la clarividencia de Cesc y de la contundencia defensiva del Chelsea.
La realidad sportinguista es preocupante. Ayer no se salvó nadie. Preciado falló en el once titular (hay jugadores que no están ni para ser convocados en Primera por mucho que me duela decirlo porque son buenos profesionales) y en los cambios. Juan Pablo cometió un error infantil en el segundo tanto y pudo hacer más en el tercero. Sastre, entre más cosas, tiró mal el fuera de juego en el primer gol. Gregory, al que habría que dar un toque de atención por sus expulsiones, y Gerard no dieron sensación de seguridad. Canella fue de lo más salvable pero se fue contagiando de sus compañeros de zaga, además de no atreverse a llegar a línea de fondo. Rivera quiere abarcar demasiado, lo que le hace no estar en ningún sitio o llegar tarde. Portilla puso ganas pero cometió el mismo error, dejando muchos espacios en el centro del campo. Pedro no ensanchó el campo, no desbordó y tampoco sumó en defensa (el tercer gol le ganan la espalda). Diego Castro se empeñó en irse al centro y estuvo fuera del partido. Bilic y Barral demostraron que no se entienden juntos y acabaron desquiciados. Por último, los cambios llegaron tarde y fueron mal hechos.
Llevo varias semanas avisando del negro futuro que diviso, por sensaciones en el juego y por resultados (7 derrotas en 9 partidos). El calendario no ayuda (Valencia y Zaragoza) y especialmente no ayudará en la recta final, por lo que lo lamentaremos como sigan dejándose los deberes para más adelante. Ayer no sólo se tiró un partido, sino que se pudo empezar a tirar el siguiente, con las absurdas expulsiones de Barral y Gregory. Antes, se escondía la falta de juego y sobre todo de pegada con contundencia defensiva y un portero que daba puntos. Desde hace semanas, eso ha empezado a fallar también, de ahí el desastre que comenzó en diciembre. Confío en que esto cambie para no acordarnos de no haber fichado como se debía en el mercado invernal.
-Almería: Diego Alves; Míchel, Chico, Acasiete, Cisma; M''Bami, Bernardello, Soriano; Corona (Juanma Ortiz, m.57), Goitom (Piatti, m.84); y Crusat (Guilherme, m.76).
-Sporting de Gijón: Juan Pablo; Sastre, Gerard, Gregory, Canella; Pedro, Portilla (Carmelo, m.62), Rivera, Diego Castro; Bilic (De las Cuevas, m.57) y Barral.
-Goles: 0-1, M.12: Diego Castro (penalti). 1-1, M.14: Crusat. 2-1, M.42: Cisma. 3-1, M.80: Guilherme.