Cuando me enteré del once titular minutos antes del inicio del partido ya empecé a ser negativo. Luego no fue tan desastroso como los peores encuentros de la temporada pasada pero el equipo estuvo bastante lejos del nivel que debe demostrar para conseguir la permanencia sin excesivos sobresaltos. La conclusión final es que se deben olvidar estos 90 minutos y pasar página aprendiendo de los errores (fundamentalmente en la elección del equipo titular). Estamos mejor que hace un año pero tal vez dentro de cuatro jornadas estaremos peor (en la 08-09 se ganaron 4 choques seguidos tras perder los 5 primeros).
A la media hora de juego, el pensamiento que me vino fue: será un 0-0 salvo que el Sporting tenga un chispazo de genialidad (difícil sin Carmelo, Diego Castro o De las Cuevas) o salvo que el Sporting haga alguna concesión. Al final, lo primero no estuvo ni cerca de aparecer (creo que los visitantes no tiraron entre los tres palos) y desgraciadamente el conjunto gijonés concedió el penalti del gol y en una mala entrega se dejó a Juanfran sólo ante el portero (la tiró al palo). Es decir, dos concesiones. Fastidia no ganar este tipo de compromisos pero fastidia más aún perder con un rival que ofrece poquísimo más que tu equipo.
Si juegas con dos delanteros y prescindes del mediapunta creativo que sirva de enlace en las transiciones ofensivas, entonces debes tener dos bandas rápidas y que desborden. Y los dos jugadores elegidos por Preciado distan mucho de estas características, lo cual se agrava si encima ambos coinciden sobre el césped. La rectificación llegó demasiado tarde. Con todo esto, los dos últimos partidos han rebajado de golpe todas mis expectativas optimistas, así que espero que la recuperación de jugadores y la elección de un once más adecuado favorezca que la imagen sea más acorde a lo que muchos esperamos. Lo dicho, pasemos página.
A la media hora de juego, el pensamiento que me vino fue: será un 0-0 salvo que el Sporting tenga un chispazo de genialidad (difícil sin Carmelo, Diego Castro o De las Cuevas) o salvo que el Sporting haga alguna concesión. Al final, lo primero no estuvo ni cerca de aparecer (creo que los visitantes no tiraron entre los tres palos) y desgraciadamente el conjunto gijonés concedió el penalti del gol y en una mala entrega se dejó a Juanfran sólo ante el portero (la tiró al palo). Es decir, dos concesiones. Fastidia no ganar este tipo de compromisos pero fastidia más aún perder con un rival que ofrece poquísimo más que tu equipo.
Si juegas con dos delanteros y prescindes del mediapunta creativo que sirva de enlace en las transiciones ofensivas, entonces debes tener dos bandas rápidas y que desborden. Y los dos jugadores elegidos por Preciado distan mucho de estas características, lo cual se agrava si encima ambos coinciden sobre el césped. La rectificación llegó demasiado tarde. Con todo esto, los dos últimos partidos han rebajado de golpe todas mis expectativas optimistas, así que espero que la recuperación de jugadores y la elección de un once más adecuado favorezca que la imagen sea más acorde a lo que muchos esperamos. Lo dicho, pasemos página.
-Osasuna: Ricardo; Oier, Miguel Flaño, Josetxo, Monreal; Juanfran (Calleja, m.91), Puñal, Nekounam, Masoud (Camuñas, m.71); Pandiani y Aranda (Galán, m.83).
-Sporting: Juan Pablo; Sastre, Gerard, Iván Hernández, Canella; Pedro (Diego Castro, m.59), Rivera, Míchel (Camacho, m.72), Maldonado (De las Cuevas, m.48); Bilic y Barral.