---Pablo G 2 (desde Salamanca): Un punto más y a Primera
Mejorar el resultado de la Real Sociedad era la premisa para que el Sporting celebrara ayer el deseado ascenso. Desafortunadamente no lo logró y perdió en Castellón por la mínima, pero por suerte el Alavés en un final trepidante logró darle la vuelta al marcador ante la incredulidad donostiarra. Con Barral en el banquillo Preciado decidió repetir la alineación del pasado domingo. Una vez más, el Sporting comenzó algo nervioso pero controlando el partido e intentado atacar la portería castellonense. Pedro y sobre todo Bilic protagonizaron las mejores ocasiones de la primera parte, pero con empate a cero los jugadores volvieron a los vestuarios.
Ya en los primeros instantes de la segunda parte el Alavés empató el partido contra la Real. Motivado quizá por ello, el Sporting jugó sus mejores minutos y en una clara ocasión de Bilic los gijoneses estuvieron a punto de lograr el primer gol del partido. El croata remató un balón suelto, casi a bocajarro, pero el portero local Carlos Sánchez intervino en una gran acción. Una lástima y más aún cuando en una jugada aislada por la banda, Nákor centró el balón en el corazón del área sportinguista para que Perico estableciera el 1 a 0 en el marcador. Y por si fuera poco, minutos después la Real Sociedad deshacía en Vitoria el empate. El Sporting perdía, la Real ganaba y una vez más – y ya van muchas esta temporada- el ascenso se escapaba.
Tras encajar el gol, el Sporting no reaccionó y el Castellón pudo sentenciar. En los minutos finales Gerard fue expulsado y ni los cambios a última hora de Morán y Omar tuvieron éxito. Con derrota por la mínima concluyó el partido en Castellón. Pero las emociones no se habían acabado y el sportinguismo volvió a sonreír. No era para menos, Jairo lograba el empate en Vitoria. El mal era menos. Pero a continuación para delirio de Vitoria y Gijón, Toni del Moral en una tremenda volea hacía el 3-2 para el Alavés. Los gijoneses ya no estaban hundidos, ahora les tocaba a los donostiarras.
Sobrehumano este es el adjetivo que define los dos últimos meses de la competición. Y el próximo domingo el sufrimiento, salvo sorpresa, volverá a reinar en el sentir del sportinguismo. El día 15 de Junio de 2008 marcará el rumbo del Sporting. A los de Preciado les basta empatar para cumplir el sueño de una ciudad, el ascenso a Primera división. Un último esfuerzo y a Primera. ¡Nos vemos en Begoña el domingo!
--Pablo G (desde Madrid)
Han pasado unas horas y ya se me ha pasado un poco el cabreo, pero ni siquiera el milagro ocurrido en Mendizorroza hizo que olvidara la actuación tan pésima que tuvo mi equipo y la verguenza ajena que sentí de ver a nuestra afición celebrar de forma tan desproporcionada (a los jugadores les daba verguenza que los mantearan) una derrota que no suponía el ascenso y que se produjo en un partido que posiblemente sea uno de los diez peores en la historia del club. Se puede ganar o perder, acertar o fallar, pero lo que no podía faltar en esas circunstancias es correr hasta desmayarse que para eso hay cambios. Y ayer parecía que había apatía, que no nos jugábamos nada. Después del 1-0 no consiguieron ni disparar a portería.
Entiendo que la presión y la ansiedad te provoquen jugar peor o fallar ocasiones inexplicables pero no mostrarse con tan poco espíritu. Llevo avisando un mes que este equipo ha sufrido un bajón preocupante. Y no por resultados (dos 0-0, un 2-1 y este 1-0) sino por la imagen de equipo alocado (se abusa de balones bombeados desde el primer minuto), incapaz de sumar más de dos pases con criterio. El juego ofrecido en Castellón no está a la altura, ya no del ascenso, sino incluso de la Segunda división.
No me gustaba nada el clima que se respiraba en Gijón durante la semana. Se daba por hecho ganar a un Castellón que parecía el colista en lugar del mejor conjunto local de la categoría. Se daba también por hecho que habría fiesta por el ascenso. En los días previos, yo estaba más seguro -debido a nuestro juego en los últimos choques- de los pinchazos de los rivales que de nuestro triunfo. En los minutos finales, ayer, rogué el empate del Alavés porque sabía que el Sporting no marcaría ni jugando siete horas. Ni en mis mejores sueños aspiraba a ese favor en Mendizorroza. Con el 3-2 del Alavés, primero sentí alivio y felicidad, pero inmediatamente recuperé el cabreo que tengo con un equipo que subiría sumando 6 puntos de los últimos 15 posibles. Conclusión, ascenderán los dos menos malos.
Y, por último, pido a todo el sportinguismo que aprenda la lección y no se fíe aunque necesitemos sólo un empate. Y al equipo, dos cosas: que salga a ganar (nada de especular) y que se deje el alma. Si hacen eso pero sale mal no les reprocharé nada. A esta semana le sobran seis días, que llegué ya el domingo, que los corazones rojiblancos llevamos sufriendo demasiado.
--PD: No he querido poner el video del partido, mejor no recordarlo. En cambio, dejo uno con la reacción de los jugadores al enterarse de los goles que les devolvían la ilusión.