Desde que llegó en la temporada 2003-04, Frank Rijkaard ha estado dando lecciones de deportividad, elegancia y respeto dentro y fuera de los terrenos de juego. Atrás quedan ya las dudas deportivas de sus primeros meses, en los que parece que le salvó el importante finiquito que debería cobrar si le echaban. Eso, o la confianza de la directiva del Barça, le han hecho un gran favor al equipo azulgrana, cuyo juego en el campo es brillante y cuya imagen fuera de él es impecable.
Si retrocedemos en el tiempo y me acuerdo de dos hechos en la vida del holandés, me cuesta asimilarlos a día de hoy. En primer lugar, aquel incidente que tuvo en septiembre de 1987 cuando jugaba en el Ajax. Aseguran que, harto de las broncas de su entrenador Johan Cruyff, Rijkaard abandonó el entrenamiento. Esa actitud desembocó en un traspaso al Sporting de Lisboa, que le cedió hasta final de esa temporada al Zaragoza al no poder inscribirle en la UEFA. ¿Os imagináis al actual Rijkaard o a uno de sus jugadores abandonando un entrenamiento? A mí me cuesta. En cambio, sí me creo (porque existen imágenes), pero me choca ahora, aquel escupitajo que le lanzó al alemán Rudi Voeller.
Cualquier persona puede tener actitudes pasadas de las que se arrepiente y el entrenador del Barça no iba a ser una excepción. Seguramente él fue aprendiendo de sus errores para poder ahora dar lecciones de deportividad, juego limpio y respeto, o ser capaz de evitar las polémicas, por ejemplo con Mourinho. El portugués es una persona que las busca, y con el que es difícil no caer en su juego. Pero Rijkaard es así. Le encanta fumar y raramente podrás ver una imagen pública suya con un cigarrillo. No quiere ser un icono de aquello que no ve bien.
Si retrocedemos en el tiempo y me acuerdo de dos hechos en la vida del holandés, me cuesta asimilarlos a día de hoy. En primer lugar, aquel incidente que tuvo en septiembre de 1987 cuando jugaba en el Ajax. Aseguran que, harto de las broncas de su entrenador Johan Cruyff, Rijkaard abandonó el entrenamiento. Esa actitud desembocó en un traspaso al Sporting de Lisboa, que le cedió hasta final de esa temporada al Zaragoza al no poder inscribirle en la UEFA. ¿Os imagináis al actual Rijkaard o a uno de sus jugadores abandonando un entrenamiento? A mí me cuesta. En cambio, sí me creo (porque existen imágenes), pero me choca ahora, aquel escupitajo que le lanzó al alemán Rudi Voeller.
Cualquier persona puede tener actitudes pasadas de las que se arrepiente y el entrenador del Barça no iba a ser una excepción. Seguramente él fue aprendiendo de sus errores para poder ahora dar lecciones de deportividad, juego limpio y respeto, o ser capaz de evitar las polémicas, por ejemplo con Mourinho. El portugués es una persona que las busca, y con el que es difícil no caer en su juego. Pero Rijkaard es así. Le encanta fumar y raramente podrás ver una imagen pública suya con un cigarrillo. No quiere ser un icono de aquello que no ve bien.
Su otro gran vicio sí es confesable. Es la música alternativa. Grupos como ‘The Clash’, ‘The Pixies’, ‘Franz Ferdinand’, ‘Nirvana’, ‘The Killers’, ‘Deftones’ ‘Coldplay’, o ‘The Strokes’… Es fácil verle buscar discos de grupos semidesconocidos en tiendas de música o asistir a conciertos, como el último de 'Coldplay' en Barcelona, donde el cantante Chris Martin cambió la letra de la canción “God put a smile upon your face” para hacer referencia al triunfo del Barça (0-3) sobre el Real Madrid ocurrido unas horas antes en el Bernabéu.
Ese día lucía Rijkaard una impecable ‘chupa’ de cuero (le apasiona la moda). En la revista Rock Zone aseguró que le gustaba todo tipo de música, pero especialmente el rock alternativo. A los ocho años se compró su primer single, “Donna”, del grupo ‘10 cc’ y fue el álbum “Doolittle” de los 'Pixies' el que más le influyó. En esa entrevista, apunta que a la hora de celebrar un título, se decanta por un tipo de música tranquila, como por ejemplo el disco acústico de 'Nirvana' “Unplugged in New York”, y, en cambio, escucharía algo con más energía durante los malos momentos de los partidos.
Es Rijkaard, al que he querido conocer más sin tener en cuanta si pasa o no la eliminatoria ante el Chelsea de su versión más opuesta, Mourinho. Y tienes razón Frank, el segundo disco de los 'Strokes' no es malo.
PD: Mourinho prefiere el buen teatro
2 comentarios:
Gracias
Como seguidora del Barça he de decir que su actual posición,para mi, es gracias a este hombre. Claro está que con estrellas como Ronaldinho, Deco y compañía es fácil, pero también es muy importante saber guiar a tanta estrella, sino que se lo pregunten al Madrid. Desde el primer día y hasta hoy, mi nota para Rijkaard es sin dudarlo un 10.
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