La balanza del Inter-Barcelona

Más allá de la igualdad que dictó el marcador, cada uno habrá extraído sus conclusiones del Inter-Barcelona de ayer, que llegó demasiado pronto y con poco en juego. El primer gran partido del año nos ofreció menos de lo esperado y yo, personalmente, la balanza la inclino hacia el lado culé. Los primeros diez minutos del Barça fueron muy buenos, faltando únicamente materializar las ocasiones de las que dispuso. Luego fue a menos, especialmente en la segunda mitad.

A pesar de que soy defensor de Eto'o, no es justo decir (como se pudo escuchar ayer en más de un medio) que el resultado hubiese sido otro si el camerunés siguiese siendo azulgrana. Ibrahimovic necesita tiempo y por ahora ya ofrece cosas. Diferentes a las que aportaba el anterior 9 pero valiosas. Da gusto ver como el sueco pisa el balón dentro del área y levanta la cabeza durantes un par de segundos sin que nadie se atreva a entrarle. Mientras tanto, visto lo visto, Eto'o añorará mucho el estilo del Barça. En Milán parece tener menos obligaciones defensivas pero también recibe muy pocos (y peores) balones que con la camiseta culé.

El Inter bajó ayer un peldaño del escalón de favoritos a estar en la final de la Liga de Campeones. Ni siquiera ofreció la seguridad habitual de los equipos de Mourinho. Por otro lado, que dos equipos tan distintos son el Inter y el Barça: en juego (ahogamiento de espacios frente a posesión de balón para crearlos), en filosofía (un once lleno de extranjeros frente al cuidado de la cantera, aunque ayer estuviesen 'sólo' cuatro en el once titular) o en mentalidad de sus entrenadores (Mourinho busca la polémica y ser el protagonista, tal vez para quitar presión a sus jugadores; Guardiola es el abanderado de la humildad, la prudencia y el estar en segundo plano). Seguro que hay más diferencias.