Diario de un sportinguista en el éxilio': R.Madrid-Sporting

Derrotas tan abultadas duelen mucho. Fui anoche a ver por primera vez 'in situ' al Sporting en el Santiago Bernabeu; me hacía ilusión y, aunque iba temeroso de que llegara una catástrofe, una parte de mí tenía una cierta esperanza en dar una sorpresa. No pudo ser y como dije tras el anterior partido toca levantarse, olvidar esto y demostrar que el Sporting se merece estar en Primera. Si la adaptación a la máxima categoría es difícil, hacerlo enfrentándose al principio a cuatro grandes de forma consecutiva (tres en seis días) agranda la adversidad.

Me quedaré con lo positivo, puesto que lo negativo ya se encargan muchas voces y plumas de airearlo (no observo yo esa crítica agresiva con el Real Madrid por llevar más de tres años sin ganar fuera de casa en Europa, que es donde los grandes deben mostrar su poderío). Ayer el arranque del encuentro fue esperanzador, se jugaron veinte minutos muy meritorios, circulando bien el balón, llevando el peso del partido y controlando bien al Real Madrid. Después, llegó el gol merengue en su primera acción atacante destacada y se fue desmoronando todo. Creo que el factor psicológico fue a partir del segundo o tercer tanto más determinante que el futbolístico, sin olvidar que la alineación de ayer no fue la más acertada, tal vez porque la mente estaba más en los próximos choques.

Además de ese buen arranque sportinguista, me quedo con haber visto a mi equipo en un escenario tan importante, de haber sido testigo de un gol rojiblanco y, sobre todo, de confirmar que tenemos a la mejor afición de este país. El cántico continuado durante los últimos quince minutos del partido, que se prolongó con las gradas casi vacías pone a uno la piel de gallina. Después, algo más de un centenar de seguidores esperaron la salida del autobús para dar ánimos a los jugadores, los cuales os puedo asegurar que estaban muy abatidos. Ayer lo comprobé en la zona mixta, donde charlé - tratando de levantar los ánimos- con Diego Castro, Canella, Michel, Andreu, Kike Mateo, Luis Morán o Preciado. El ejemplo de los aficionados sportinguistas que viajaron a Madrid son el espejo donde se miran para salir de esta delicada situación.

Nuestra Liga, como todos dicen, arrancará en la sexta jornada. La competición es muy larga, únicamente se necesita que el equipo no finalice este duro inicio muy tocado mentalmente. Yo sigo esperando algo positivo. Reconozco que fui negativo en la pretemporada, más tras conocer el calendario, al comprobar que no había presupuesto para reforzarse como se necesitaba. Aún así, con todas las carencias, creo que hay plantilla para mantenerse. Y decidí tomarme esta temporada como un premio, queriendo disfrutar de cada partido y rebajando el nivel de exigencias de la campaña pasada. No hay que bajar los brazos, estos dos últimos resultados son demasiado castigo para lo que es la realidad. Así se lo dije ayer a varios jugadores y a Preciado. Sé que lo darán todo ante el Villarreal. Hoy más que nunca, soy del Sporting de Gijón.

Video y fotos: La Cola de Vaca