Diario de un sportinguista en el 'exilio': Sporting - Barcelona

En el deporte no sirve de nada lamentarse, esto es un juego y en 48 horas tenemos un nuevo reto. Fue un palo, me quedé bastante tocado, pero afortunadamente el fin de semana le aporta a uno otras muchas cosas al margen del fútbol. Así, del encuentro de ayer hay que sacar dos conclusiones: 1) 'nuestra Liga' no la jugamos contra los grandes (un Minardi sólo gana a un Ferrari si éste tiene un mal día o sufre una avería), y 2) no creo que haya tanta diferencia como reflejó el marcador (los tres últimos goles llegaron tras la expulsión del sportinguista Gerard).

El Barcelona estuvo brillante, gracias a dos premisas fundamentales: presión en una zona muy adelantada, más circulación precisa y rápida del balón. Así es imparable. No le quitaré méritos a un Barça excelente (casi como en Soria o ante el Racing pero con 100% de acierto ofensivo... y tenía que ser en El Molinón). Iniesta y Xavi manejan los partidos a su antojo y Sergio Busquets es un ¡pedazo! de jugador.

Creo que ayer el Barça hubiera ganado a cualquiera, no es por tanto descabellado que venciera a un equipo que ha gastado menos en fichajes en los últimos quince años que el conjunto culé esta campaña en su contratación más barata. Teniendo en cuenta esto o mi opinión sobre el resultado excesivo, añado que es más deshonroso que un club del presupuesto del Barça pierda en Soria a que el Sporting caiga 1-6 (repito que tres tantos llegaron ante diez) ante el equipo culé. Lo digo porque algunas voces se han excedido en las críticas. Estoy de acuerdo en que el Sporting ha concedido demasiados regalos, que ha encajado doce goles en tres jornadas, pero quien sólo se centre en eso y no haya visto los 270 minutos de juego, sacará conclusiones excesivamente negativas e injustas. Ayer, insisto, el Barça fue superior, pero el Sporting tuvo un buen arranque hasta la llegada de los primeros goles. Y con el 0-2 y el 1-3 ofreció buenos minutos que se vieron frenados por la expulsión. Sin la roja, posiblemente se hubiera perdido, pero no de la forma que se materializó en la última media hora.

Esto no debe hacernos obviar el gran trabajo que tiene por delante Preciado, especialmente en la faceta defensiva (que no es lo mismo que con la defensa). Un Preciado que, por cierto, creo que se equivocó en el planteamiento y en la elección de algunos titulares (no debes sacar a un jugador para frenar individualmente a un rival; en el mejor de los casos, que no fue así, es jugar diez contra diez). Pero todos somos humanos. Confío en que se recuperen anímicamente de este palo y con esfuerzo salgan adelante. Únicamente se necesita un resultado que de tranquilidad y confianza. El Molinón dio una lección a todo el mundo de una afición entregada. Ahora sólo falta que el equipo haga lo mismo. El miércoles estaré en el Bernabeu, ese partido y la temporada será muy difícil, pero sigo teniendo fe en esta plantilla.

-Las fotos están hechas por mi hermana en 'El Molinón'