Romario (y su cola de vaca) cuelgan las botas

Este blog no podía pasar por alto la retirada, esta vez parece que definitiva, de Romario da Souza Faria, el delantero que se relaciona con el regate que da nombre a este humilde espacio virtual: la cola de vaca. La denominación no es un homenaje concreto al atacante brasileño, aunque tal vez aquella temporada de los 30 goles con el Barcelona haya sido la que más he disfrutado como aficionado, pero sí a una manera de entender el fútbol con el que me identifico.

Como recuerdo al gran Romario, cuyo nombre fue un guiño de sus padres al programa televisivo de moda en Brasil hace poco más de cuatro décadas (“Don Romario, el hombre del diccionario”), haré un breve repaso a su trayectoria, sus polémicas y algunas anécdotas. El ariete anunció que cuelga las botas a sus 42 años (“hoy el fútbol es 99% físico y ya no puedo seguir”) en la presentación del DVD ‘Romario y gol’ que recopila gracias a la ayuda de aficionados anónimos unos 900 goles de los más de 1000 tantos que ha marcado en su carrera según el propio protagonista, que cuenta también partidos amistosos (su supuesto gol 1000 se celebró en el partido Vasco-Sport Recife). En cambio, diversos estadistas y la FIFA le reconocen algo más de 900. Su obsesión por ser comparado con Pelé, que superó cómodamente el millar, provocó que el atacante haya prolongado tanto su periodo en activo.

Conocido en Brasil como ‘Baixinho’ (bajito), espera disputar un encuentro homenaje vistiendo cuatro camisetas: la de la Selección brasileña y los tres clubes que defendió en su país (Vasco de Gama en cuatro etapas, Flamengo y Fluminense). En su ‘armario’, también encontramos las elásticas del PSV, Barcelona, Valencia, Al Nasser de Qatar, Miami FC de EEUU y Adelaida United de Australia (donde cobró 200.000 euros por jugar cuatro partidos oficiales y dos amistosos).

De todas sus polémicas, recordamos unas pocas: 1) en el Valencia no le aguantaron sus exigencias y falta de profesionalidad, y se encaró con Luis Aragonés; 2) se enfrentó con Zagallo y Zico cuando eran seleccionador y ayudante de Brasil, lo que le apartó del Mundial 98 (lágrimas incluidas) y después Romario tuvo que indemnizarlos por usar sus imágenes en los lavabos de un bar que abrió en Rio; 3) renunció a la Copa América 2001; 4) fue suspendido 120 días por dopaje debido a una sustancia que según él correspondía a un crecepelo; 5) dimitió como entrenador del Vasco al ordenarle el presidente alinear a un determinado jugador, tras lo cual ese mandatario amenazó con retirar la estatua de bronce con la que se conmemoraron sus 1000 goles. Debutó con Brasil el 23 de abril de 1987, su primer gol lo hizo 5 días después, ganó la Copa América del 89 y la del 97, conquistó el Mundial 94 siendo mejor jugador y segundo máximo goleador, y se despidió de la ‘canarinha’ el 28 de abril de 2005 (prácticamente 18 años después de su estreno) marcando un gol ante Guatemala. Para él, su mejor actuación fue ante Uruguay en el último choque clasificatorio para el Mundial 94, que significó el pase al vencer 2-0 con dos tantos suyos. En su palmarés, también encontramos tres ligas holandesas, una española (pichichi con 30 goles, Balón de Oro y destellos como ‘la cola de vaca’ a Alkorta) y varios títulos brasileños con el Vasco y el Flamengo. Para mucho fue un genio, otros los consideraban un vago, él decía que necesitaba salir de juerga y conocer mujeres para rendir en el césped. El gran Johan Cruyff escribió una vez que Romario era el segundo mejor defensor de su ‘Dream Team’ tras Koeman. Y relato una anécdota de aquel equipo. Zubizarreta quiso indicarle en una ocasión los puntos débiles de la defensa rival ante lo cual Romario le dijo: “¿Me va a enseñar usted a meter goles?”. Y ese partido marcó.

La mafia del juego ilegal de su país intentó adquirir los derechos de este delantero de dibujos animados, como lo calificó Jorge Valdano, para que defendiera los colores del América, club del que es hincha el padre de Romario. Asimismo, no olvida sus orígenes en las favelas, de hecho conserva muchas amistades de entonces, aunque eso no es obstáculo para que también le guste el lujo. Tiene una colección de Mercedes y 250 pares de zapatos. Así es Romario, del que cuentan que ha sentado la cabeza tras nacer, fruto de su cuarto matrimonio, su sexta hija con síndrome de down.

Haya marcado más o menos de 1000 goles, nos ha regalado momentos inolvidables en los últimos veinte años. Gracias Romario. En este blog, veáse el banner de cabecera, serás eterno.