Así conocí a.... (II): Deco

Empecé a oír hablar a menudo de Deco meses antes de proclamarse campeón de Europa con el Oporto. Además del máximo título europeo, había conseguido con el conjunto luso la Uefa y dos Ligas, y con su Selección un subcampeonato en la Eurocopa.

Así llegó al Barça, donde su juego, que no me llamó la atención antes, me conquistó en los primeros meses como azulgrana. Tardé en darme cuenta y necesité verlo cada domingo en nuestra Liga para comprobar que unía talento y esfuerzo, clase y derroche defensivo, calidad y actitud. Y a finales de aquel 2004, decidí entrevistarle por primera vez porque estaba convencido de que ganaría el Balón de Oro. Sé que me puse 'pesado' con él diciéndole que sería una injusticia que se lo dieran a otro. Él, soso para algunos, tranquilo y directo para mí, no le daba demasiada importancia al galardón, unas tres semanas antes de que se anunciara y eso que era uno de los máximos candidatos. Aquella primera entrevista la conseguí a través de alguien cercano a su representante, que me dio el ok de Deco para llamarlo, siempre que antes avisara al gabinete de comunicación del Barcelona para que le dieran permiso. Y así fue.

Luego hablamos telefónicamente unas tres o cuatro veces más en el siguiente año y medio, siempre a través del departamento de prensa del Barça. La segunda ocasión fue tras conocer que el Balón de Oro era Shevchenko, y en la entrevista, yo estaba más indignado que él. El 20 azulgrana me aseguró ese día que no eran tan vitales esos premios y que él ya tenía a sus 'balones de oro' en casa, que eran sus hijos. Ahí me 'ganó' del todo. Un futbolista completo... y que parecía sencillo, familiar y buena persona fuera del campo.

Ayer, Deco volvió a ser claro en este sentido cuando le dijeron que Edmilson había señalado que algunos jugadores debían dejar la vida nocturna (escúchalo). Nunca me creí (o nunca he querido creerme) los rumores de que él fuera uno de ellos, aunque esta vida me ha enseñado a no poner nunca la mano en el fuego.

Y tras esta extensa introducción, llegamos al día en que lo conocí. Fue tras unas cuatro entrevista telefónicas, una tarde de finales de mayo de 2005 (pocas horas antes de que el Liverpool se proclamara campeón de Europa) y en Tres Cantos, una localidad cercana a Madrid. Deco impartía un clinic a niños en un polideportivo y después atendía a varios medios. Yo me enteré el día anterior, me avisó un ex compañero que iba a cubrirlo para su revista y que me llamó para que fuera con él. Casi no pude acreditarme (ver primera foto) y los organizadores me dijeron que ya estaban asignadas las entrevistas personales para después del acto.

No me preocupé y me dije que debía intentar hacerle una entrevista, así que al finalizar el clinic, me acerqué a Deco cuando se dirigía al vestuario, y le dije la frase con la que me presentaba por teléfono en cada entrevista ("Soy Pablo, el 'pesado' del Balón de Oro"). Le di la mano, se metió en el vestuario y me coloqué, con mínimas esperanzas, el último de la fila de periodistas que supuestamente tenían una entrevista pactada. A los dos minutos, asomó uno de los organizadores y dirigiéndose a mí, me dijo que entrase el primero.

Y así conocí a Deco, haciéndole una entrevista a solas en el vestuario de un polideportivo de Tres Cantos. Me causó también buena impresión cara a cara. No obstante, en todo 2006, creo que no hablamos ni una sola vez, por razones que no vienen al caso y que son ajenas a Deco y a mí. Futbolísticamente me sigue pareciendo de lo mejor que existe actualmente, y como persona sigo confiando en la impresión que tuve, pese a que me hubiera gustado recibir respuesta a tres 'sms' que le envié en momentos determinados. Ahora, le deseo suerte deportiva y felicidad con su familia (con nuevo hijo/a en camino).

Video: su gol en la final de la Liga de Campeones con el Oporto (inicia la jugada y la finaliza con sangre fría).