Cuando el Swansea pagó 54.000 euros en 2007 para que Roberto Martínez se convirtiese en su entrenador-jugador (conservó la licencia de futbolista aunque se centró en el banquillo), el de Balaguer se propuso un doble objetivo: cambiar la filosofía de juego del equipo a corto plazo y ascender a la Premier desde la League One (tercera categoría del fútbol inglés) a medio plazo, es decir en 3-4 campañas.
En la primera temporada completa del técnico español, la 2007-08, el Swansea subió a la Championship (segunda categoría) y con Roberto se soñó casi hasta el final de la 2008-09 con enlazar dos ascensos, pero el equipo se quedó a las puertas (8º a 6 puntos de los puestos de playoff). Aunque la marcha del entrenador español –al que la hinchada pasó de héroe a Judas- parecía ser el fin de un proyecto, con Paulo Sousa el club galés finalizó 7º en la 2009-10 a sólo 1 punto del sueño. Y así llegó Brendan Rodgers a apenas tres semanas del inicio de la campaña 2010-11 en la que debutó con derrota; en contra de las apuestas que situaban al Swansea como candidato al descenso, los ‘Cisnes’ finalizaron terceros y superaron los playoff para ser parte de la Premier justo en la cuarta temporada desde que Roberto fijó el utópico sueño de escalar dos categorías en ese período. El objetivo a medio plazo estaba conseguido (y en el tiempo marcado).
Tal vez el otro reto, el del corto plazo, tiene igual mérito. Los primeros pasos del Swansea en el tránsito del tradicional kick&rush británico (patea y corre) al passing game (juego de toque) supusieron críticas y abucheos de la afición del Swansea a Roberto Martínez y sus jugadores. A la gente le costó aceptar el cambio de filosofía de juego. Sin embargo, cuatro años y tres entrenadores después, ahora presumen de ser el equipo de las Islas con más pases completados (526 de media, frente a los 428 del Arsenal, segundo en este ránking y al que iguala en el 61% de media en la posesión). Incluso, son conscientes de que precisamente el ascenso ha llegado por ser diferentes sobre el césped, por apostar por un doble pivote (Britton-Allen) de pequeñitos ‘tikitakeros’ a cuyo alrededor se construye este apodado ‘Swanselona’ debido a la similitud de estilo con el conjunto culé.
Atrás va quedando el apodo anterior, ‘Spanish Swansea’, porque de los cuatro que iniciaron esta temporada, Rangel y Serrán acaban contrato y podrían cambiar de aires, Gorka Pintado volverá de una cesión y Orlandi no disputó muchos minutos; en el recuerdo se quedaron ya Jordi Gómez –que acompañó a Roberto al Wigan- y Bauzá, así como varios miembros del cuerpo técnico del proyecto original de aquel 2007.Pero volvamos al presente. Toca tomar decisiones para afrontar con garantías el desembarco del primer equipo galés en la Premier desde su creación como tal en 1992. Brendan Rodgers tiene claro que volverán a ser ‘underdog’ (caballo perdedor) en las apuestas por segunda temporada consecutiva, aunque en categorías diferentes, y que nadie dude que se mantendrá el estilo que les ha llevado hasta aquí, incluso en escenarios como Old Trafford o Stamford Bridge. Un estilo con dos influencias claras: Rodgers, castellano parlante porque vivió en nuestro país, es admirador del Barcelona y Guardiola, pero también elogia a Mourinho, con el que coincidió en el organigrama técnico del Chelsea.
El técnico ya ha dicho que sería un error mantener la misma plantilla que logró el ascenso el pasado lunes en Wembley, donde se vengó de su exequipo, el Reading. Habrá que ver qué hace la entidad con los alrededor de 90 millones de libras obtenidas por el éxito (su presupuesto debe rondar los 5, lo cual da una idea de la repercusión económica del ascenso). Lo más necesario para seguir creciendo sería la construcción de una ciudad deportiva, puesto que los jugadores se duchan en un gimnasio junto a ciudadanos de Swansea.
Asimismo, Rodgers debe buscar futbolistas que encajen en el estilo y que incrementen el nivel de la plantilla. Sinclair –el héroe de la final del playoff- seguirá siendo un ‘Cisne’ tras estar cedido por el Chelsea. Una gran noticia, como lo sería para el equipo la renovación de tres piezas clave que finalizan su vinculación: De Vries, Pratley y el lateral derecho Ángel Rangel. Novias no le faltaran al español, un jugador con nivel Premier y destinado a tener esa oportunidad, como piensa el propio Roberto Martínez. Quién sabe si algún día sus caminos vuelven a juntarse.
1 comentario:
¿Qué reestructuración hará el Sporting?
¿Nos quedaremos con media defensa?
Lo sabremos antes de mediados ...?
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