04 abril 2014

Números y sensaciones para la recta final de la temporada

 ----Colaboración con www.golaverage.com


Números o sensaciones. Si un sportinguista mira la tabla de clasificación, es imposible ser más optimista que hace tres, cuatro o cinco jornadas. Si a falta de 15 encuentros el Sporting necesitaba sumar 27 puntos (9 victorias), a falta de 10 partidos el Sporting necesita ahora a priori al menos 21 puntos (7 triunfos), aunque lo ideal serían 23. La situación es peor en lo numérico, quedando menos camino y mucho menos margen de error. Además, el fallo de los rivales ya no depende del equipo gijonés, al haberse medido a todos los implicados, y por si no fuera suficiente problema la brecha con ellos, dos de los tres primeros le tienen ganado el golaverage.

Por calendario, plantillas y trayectorias, creo que el Sporting tendrá más difícil cazar a Las Palmas (que llega lanzado a la recta final y es mi candidato a ser campeón), a pesar de estar a 3 puntos (con el golaverage), que recortarle 5 al Depor y 7 al Eibar (incluyendo el golaverage). Por lesiones o poca amplitud de plantilla, los dos primeros deberían ir acusando la larga temporada. De hecho, ya están bajando el nivel de puntuación (5 y 6 puntos de los últimos 12). El problema es que el Sporting ha logrado aún menos: 4 de los últimos 12.


Pero en el fútbol las sensaciones y los estados anímicos son decisivos para dictar las trayectorias. Así, el Sporting que se vio ante Las Palmas me ofrece más garantías de lograr el objetivo que el Sporting que ganó al Girona, el que empató con el Numancia o el que perdió con el Eibar y el Jaén. El Sporting que perdió en Las Palmas, con un acierto medio y sin perjuicios arbitrales, es capaz de ganar 7-8 partidos en lo que queda de campeonato. El Sporting de las jornadas precedentes no lo veía capaz de sumar ni la mitad de los puntos en juego quedando más recorrido y margen de error.


Dos tramos. El Sporting aún no ha tenido lo que han disfrutado todos los equipos de la zona alta: una racha triunfal, en la que encadene 4-5 victorias consecutivas. No hay mejor momento que este. Si uno habla de lograr 21-23 puntos de 30, parece un reto muy difícil. Por eso, el equipo debe marcarse pequeños retos, dividirse en bloques los compromisos restantes. De este modo, no suena tan complicado sumar 9-10 puntos en las próximas 4 jornadas, al disputarse 3 en El Molinón, ni obtener 11-14 de los últimos 18 puntos de la temporada, si el equipo llega reforzado anímicamente del mes de abril. El objetivo debe ser llegar a las dos últimas jornadas con opciones de ascenso directo y, al menos, asegurarse la tercera plaza, que le deje en una situación más favorable de cara a los playoff.


Minimizar riesgos. Si el equipo quiere aspirar a todo esto, al margen de que se rebajen los perjuicios por factores incontrolables (suerte y arbitrajes), debe mentalizarse para ser más sólido. Encajar menos goles, conceder menos ocasiones, saber manejar una ventaja y controlar los partidos (especialmente los inicios y los finales), lo cual no es sinónimo de tener más posesión. En definitiva, competir: explotar sus virtudes y esconder al máximo sus debilidades. Si defiende mal, tendrá que alejar la pelota el mayor tiempo posible de la portería propia, a través de la posesión u obligando al rival a que sus combinaciones se produzcan en su campo; si el equipo acumula muchas pérdidas de balón y éstas penalizan mucho, tendrá que reducirlas o desplazar el mayor número de las mismas a zonas alejadas del área propia; si los árbitros castigan en exceso al equipo con faltas y tarjetas, tendrá que cometer menos y cometerlas con mayor inteligencia... y, sobre todo, los jugadores deben creer sin la más mínima duda en las opciones de este Sporting: la mentalidad va más allá de ir partido a partido, cada futbolista debe saltar al césped pensando que en cada balón, en cada acción, está en juego un ascenso que cambiará su situación personal, la de un club y la de una afición.

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