El 17 de marzo de este 2012 el Wigan era colista, empatado a 22 puntos con el Wolves y el QPR, con 1 menos que el Bolton y con 3 menos que el Blackburn. El equipo entrenado por Roberto Martínez, eso sí, había disputado un encuentro más que todos los demás. Pese a ello, la distancia con los puestos de salvación era mínima aunque las sensaciones parecían convertirla en un abismo: los Latics únicamente habían ganado un partido en su estadio y tres fuera, con quince derrotas y diez empates. Quedaban 9 jornadas, que incluían 5 huesos muy duros de roer (visitar los campos de Liverpool, Chelsea y Arsenal además de recibir en el DW Stadium a Manchester United y Newcastle).
Había unanimidad en sentenciar al Wigan, tanto en las Islas como desde España. Pero algunos seguimos creyendo en un nuevo milagro de ‘Bob’ Martínez. A mí me convenció durante una conversación personal mantenida en enero, en la cual me aseguró que estaba convencido de salvar al equipo siempre que llegasen a las últimas 6-8 jornadas a una distancia salvable psicológicamente (se refería a no más de 6-8 puntos). Llegó a esas alturas con un margen en contra menor y obró el nuevo milagro en el escenario menos indicado para ello.
El 24 de marzo, el Wigan se impuso por 1-2 en Anfield al Liverpool, un resultado de esos que cambian las dinámicas y que fortaleció la autoestima de la plantilla. Una semana después, venció por 2-0 al Stoke City, y en la siguiente jornada cayó injustamente en Stamford Bridge. El Chelsea logró la victoria en el último suspiro y con goles ilegales, algo que propició que el jefe de los árbitros de la premier se disculpara con el manager español.
Esa derrota y los dos compromisos siguientes ante Manchester United y Arsenal apuntaban a una sentencia de las aspiraciones de los Latics. Sin embargo, la realidad supera a la ficción y el fútbol es mágico por situaciones como las que iba a protagonizar esta modesta entidad, ganando a sus vecinos ‘Diablos Rojos’ (1-0) y sorprendiendo en el Emirates a los Gunners (1-2). El Fulham 2 - Wigan 1 fue una anécdota antes de encadenar tres triunfos consecutivos para cerrar la temporada: un brillante 4-0 ante el Newcastle, un 0-1 en el campo del Blackburn y un 3-2 frente a los Wolves.
En definitiva, 21 puntos de 27 posibles (9 últimas jornadas) para concluir la Premier con 43 puntos, habiendo sumado la otra mitad (22) en las 29 jornadas restantes. Todo un milagro para un equipo que hizo muchas cosas bien hasta finales de enero, pero que solo encajó tres derrotas desde febrero.
Roberto Martínez, al que le vinculan con varios banquillos, entre ellos el de un Aston Villa para el que ya había sonado en el pasado o incluso el Liverpool, sueña ahora con metas mayores en el Wigan. Para ello, pide jugar toda una temporada con la mentalidad ofrecida en las últimas 14 jornadas de la Premier 2011-12 y no descarta alcanzar una plaza europea en el futuro si buscan otros objetivos y consiguen atrás la mentalidad de ser un equipo que quiere mantenerse.
-Foto: The Guardian
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