19 febrero 2014

¿Rojo, blanco o rojiblanco?

----Colaboración con Golaverage


Observo en los últimos tiempos en el fútbol, y el Sporting no es una excepción, la proliferación de los bandos internos: a la rivalidad con otros clubes se ha sumado la que se da entre partidarios y detractores de un jugador, del entrenador o de los dirigentes de cada entidad. Es muy natural que a cada aficionado le gusten más o menos determinados jugadores o el entrenador, pero no tanto que eso se lleve al extremo. Con Mourinho esta maldita moda alcanzó su plenitud, que va encontrando secuelas con otros nombres en todos lados. Así, por ejemplo, ahora parece que, antes de madridistas, hay 'casillistas' y 'anticasillistas'.

En clave sportinguista, se da especialmente este fenómeno con los dirigentes y con José Ramón Sandoval, mientras que en la plantilla es López Garai a quien, a su pesar, le han colgado del cuello como una soga ese cartel del extremismo. Evidentemente, estas posiciones no se pueden generalizar pero si la tendencia sigue creciendo, van a tener que vender los abonos de El Molinón por sectores.

En una grada, se ubicará el sector 'Directiva rojo', es decir, los que hacen sangre con todas las decisiones de los dirigentes y no les reconocen ningún mérito, por pocos y mínimos que hayan sido en los últimos años. En otra grada, el sector 'Directiva blanco', o lo que es lo mismo, los que les dan un cheque en blanco de elogios sin dar cabida a la más mínima crítica. Al retirar el abono, uno tendrá que acabar decidiendo, del mismo modo, si prefiere estar en el sector 'Sandoval rojo' (“Con otro entrenador, estaríamos en Primera en marzo”) o en el 'Sandoval blanco' (“Sergio estaba verde en verano y mira cómo el míster ha conseguido que crezca como jugador”).... en el sector 'Garai rojo' o en el sector 'Garai blanco'.... y así hasta el cansancio y la pereza infinita.

¿Y qué pasa con los que son rojiblancos? Aquellos que no tienen reparos en criticar el 90% de las decisiones de la directiva en las últimas dos décadas y a la vez tampoco titubean para elogiar recientemente la semana fantástica de renovaciones, mejoras de contratos y adquisiciones. Aquellos que consideran tan injusta la titularidad de Garai durante catorce jornadas consecutivas como su desaparición radical de las convocatorias. ¿Dónde ubicamos, por tanto, a los que fueron duros con Sandoval por sus alineaciones y el estilo de juego -incluso siendo líder- en el arranque de temporada, pero que ahora -aunque el equipo sea cuarto- apenas encuentran motivos para ponerle cruces al técnico?


¿No deberían los sportinguistas juzgar las acciones con independencia de quienes las protagonicen? ¿No deberían 'fiscalizar' a todos los actores (dirigentes, cuerpo técnico y plantilla) buscando el bien común y único del Real Sporting de Gijón? Porque, como la realidad no es ni siempre/nunca roja ni siempre/nunca blanca, tan incoherente es dar cheques en blanco a unos como hacer sangre con otros. Lo lógico es repartir elogios cuando toque y a quien toque y hacer crítica constructiva cuando sea necesario. Analizar y 'juzgar' en rojiblanco. Ganaría el Sporting.

1 comentario:

Anónimo dijo...

100% de acuerdo. Cada día se abandona más al escudo y los colores para amar/odiar a entrenadores, jugadores, etc.
Un voto a favor del aficionado de entidad, el que sobrepone el bien de su equipo al de cualquier personalidad. El aficionado fiel, de los que escasean cada día más.
Muy de acuerdo con que el clímax de esta moda se alcanza con Mourinho. Una lástima.
Muy buen artículo, un saludo.