Tarde del domingo. El Swansea regresa a Gales en autobús
desde Southampton. El equipo ha perdido, así que los casi 300 kilómetros de
trayecto se hacen más largos. Michu, además, ha tenido que jugar el partido con
un casco protector debido a la brecha sufrida en la cabeza en el partido de la
Europa League. Entonces, en pleno viaje, algunos jugadores, incluído el propio
Michu, empiezan a recibir llamadas y mensajes para comentarles que existe la
posibilidad de que el ovetense supla al lesionado Villa en la lista de la
Selección española. Minutos después se confirma la noticia y horas después
Michu ya pasa la noche en la Ciudad del Fútbol de las Rozas antes de estrenarse
como internacional.
Nadie puede discutir los méritos de Miguel Pérez Cuesta, con
unos números goleadores reseñables en el Rayo Vallecano y en el Swansea, donde
además demostró unos valiosos movimientos sin balón y una gran capacidad de
sorpresa llegando desde segunda línea. Su dorsal y sus goles conducen al
equívoco de pensar que es un nueve, aunque su preferencia es la de actuar por
detrás del delantero centro y en esa posición es en la que se le puede ver
habitualmente en su actual equipo. Ocasionalmente, Laudrup lo utiliza como
referencia ofensiva. No obstante, como pudimos comprobar en la recta final de
la pasada campaña (a raíz de la salida de Graham en el mercado invernal), su
rendimiento goleadordisminuye a medida que tiene menos campo por delante y el
contexto futbolístico sea menos favorable a que sorprenda con un movimiento
inteligente y pocos toques. Porque Michu no es de los jugadores del Swansea que
más entra en contacto con el balón y sus intervenciones suelen ser rápidas.
Así, con pocos toques, suele marcar la mayoría de sus goles. Siempre tiene
oportunidades y su porcentaje de acierto es muy alto.
Si los méritos de Michu son indiscutibles, otra cuestión que
sí está en el aire es su rol en la Selección. Por su estilo de juego (comentado
en el párrafo anterior) y por la cantidad de talentos que hay en esa posición,
no parece probable que Del Bosque lo utilice como enganche o tercer
centrocampista. Tendrá, por tanto, que ser (falso) nueve. Desde ahí, ofrecerá
gol y buenos movimientos sin balón, estará siempre en el sitio adecuado en el
momento adecuado cuando haya opciones de remate, hará paredes y toques de cara.
Y sobre todo aportará hambre, fe ilimitada y trabajo. Es su oportunidad, la lleva
esperando (y mereciendo) mucho tiempo, y quiere aprovecharla.
---Colaboración con "El Fútbol es Nuestro".
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