Después de la derrota contra el Norwich en casa estábamos una semana sin competición por estar fuera de la FA Cup (eliminados en Bolton) así que el club organizó un viaje a Tenerife de 5 días para toda la plantilla y el cuerpo técnico. Un vuelo de casi 4 horas desde Bristol y aterrizábamos en el aeropuerto de Tenerife Sur sobre las 19.30 h el domingo 12 de febrero y a esas horas aún se podía apreciar un poco de sol en las islas, algo sorprendente para los británicos ya que en Swansea a las 5 de la tarde ya oscurece y además los comercios ya cierran sus puertas. El viaje estaba claro, era de domingo a jueves y el objetivo era el de trabajar por las mañanas en una magníficas instalaciones deportivas y después aprovechar el resto del día para relajarse en la piscina, dar un paseo o lo que te apeteciera con total libertad. Lo importante era volver a Swansea con las pilas recargadas y pensar ya en el siguiente partido contra el Stoke. Una vez instalados en el hotel, se cenó y tuvimos el típico meeting donde se habla de la planificación de la semana y después a descansar para el día siguiente que ya tocaba trabajar un poco.
Ya lunes, con la ropa de entreno bajabas a desayunar al restaurante, y que maravilla encontrarte el pan, el tomate, el jamón serrano, el croissant, café con leche bien hecho,... como se echa de menos esas cosas cuando estas viviendo en un país tan diferente al nuestro. Solo ver el sol desde la habitación que hacía brillar el agua del mar te daba una sensación de querer trabajar enorme, aunque también te hacía sentir como en vacaciones. Otro detalle fue el de poder entrenar con manga corta, incluso con camiseta sin mangas, los españoles sobre todo lo disfrutábamos al máximo al saber apreciar que con buen tiempo mejor calidad de vida, algo que se echa de menos en el Reino Unido.
Después de la sesión de entreno, vuelta al hotel con el autobús, comida todos juntos y tarde libre para disfrutar. Muchos aprovecharon para dormir, otros para pasear, los españoles decidimos aprovechar al máximo el tiempo en las hamacas de las piscinas del Hotel, aunque el cielo se nubló en algunos momentos aún se notaba el calor en Tenerife Sur, y así hasta la hora de cenar. Ya por la noche teníamos un Quiz, que se basa en un juego de preguntas y respuestas donde competimos en 4 equipos diferentes, y los dos peores tenían que pagar la cena a los otros dos equipos en un restaurante japonés muy famoso de la ciudad. Por desgracia, de los españoles pagamos todos menos Orlandi aunque él estaba en un grupo un poco polémico.
El martes fue muy parecido, sesión por la mañana, tarde libre donde estuvimos de nuevo en la piscina y por la noche de cena al japonés y después a tomar algo. El mister nos dio el miércoles libre, y de nuevo el grupo se dividió: unos se decantaron por el golf, otros por el parque acuático y los españoles una vez más optamos por el relax en la piscina del hotel y más tarde a pasear por el centro de la ciudad y comprar unos regalos para las familias. Por casualidad y sorpresa nuestra, nos encontramos en un centro comercial a Paquirrín y la Pantoja, y estuvimos a punto de hacernos una foto con ellos pero nos pudo un poco la presión al no estar acostumbrados a pedir fotos, normalmente nos lo piden a nosotros.Como siempre, lo bueno siempre se acaba y además muy rápidamente, ya era jueves. Sesión por la mañana, comida en el hotel y salida hacia el aeropuerto. Otras 4 horas de vuelo mas 2 en autobús hasta Swansea, pero a las 10 de la noche ya estábamos todos en casa con nuestras respectivas familia, y yo muy contento de ver de nuevo a mi pareja Nikki, mis dos niños Bailey y Angel Noah y mi hija recién nacida y ya con nombre Isabella Rose.
Jugamos el domingo ya que el Stoke se enfrentó al Valencia en Mestalla en partido de la Europa League. La leyenda dice que el campo del Stoke es uno de los más difíciles de la categoría, y no es por el buen fútbol que hacen sino todo lo contrario. Las armas de este equipo son la agresividad, contundencia, juego directo a Peter Crouch e intentar sacar el máximo de faltas, saques de esquina y de banda para bombear balones al área contraria y aprovechar la altura y potencia que tienen la mayoría de sus jugadores. Nosotros a lo nuestro, y además con un buen inicio; la primera media hora de partido fue totalmente nuestra, con una clarísima ocasión de Sinclair que remató a las nubes desde el punto de penalti después de una gran asistencia de Dyer. El Stoke sin crear ni un "uy" se encuentra con un córner, y así fue como marcaron, con un remate de cabeza de Upson. 1-0 inmerecido pero así es el fútbol.
Nosotros seguimos atacando sin eficacia en los últimos metros, y de nuevo pero esta vez desde un saque de banda, que parecía un córner por la velocidad que llevaba el balon, Crouch puso el 2-0 a un minuto para el descanso. Muy difícil remontar un 2-0 fuera de casa, pero no tiramos la toalla y lo intentamos todo en la segunda mitad pero sin fortuna. Hubo un más que dudoso penalti sobre Guilfy Sigurdsson que se pudo haber pitado, un balón al travesaño de Steven Caulker y algún disparo desde la distancia sin fortuna. Resultado final 2-0 y segunda derrota consecutiva. -A pesar de las dos derrotas, y bajar a la 14ª posicion, estamos con 30 puntos y a 9 del descenso más el gol average muy a favor. -Agradecer el apoyo de todos los seguidores del Swansea que viajaron hasta Stoke para estar al lado del equipo, como siempre un 10. -Para terminar, solo informaros de que el próximo es un partido crucial en el campo del Wigan, donde una victoria sería dar un paso de gigante hacia la permanencia. Ya os contaré la experiencia de jugar contra mi ex Manager Roberto Martínez.
1. Centro del campo. En los últimos días se debate mucho sobre el centro del campo del Sporting, debido principalmente a las ausencias de Nacho Cases y al protagonismo creciente de Eguren. Asimismo, hay gente que piensa que la pareja Rivera-Eguren nunca ha funcionado satisfactoriamente. Pues con estas variables, voy a analizar cinco escenarios y que cada uno saque sus conclusiones. Todos los datos corresponden a esta temporada 2011-12. A-CON EGUREN Y RIVERA TITULARES: 4 PARTIDOS. 3 empates y 1 derrota. 25% de los puntos, que significaría sumar 28’5 puntos en una Liga completa (38 jornadas). 4 goles a favor (1 por partido) y 8 en contra (2 por encuentro).
B-CON EGUREN Y SIN RIVERA EN EL ONCE: 6 PARTIDOS. 1 victoria, 1 empate y 4 derrotas. 22’2% de los puntos, que supondría 25’3 puntos en una Liga completa. 5 goles a favor (0’8 por partido) y 12 en contra (2 por encuentro).
C-CON RIVERA Y SIN EGUREN: 14 PARTIDOS. 4 victorias, 2 empates y 8 derrotas. 33’33% de los puntos, que supondría 38 puntos en una Liga completa. 13 goles a favor (0’92 por encuentro) y 25 en contra (1’78 por partido).
D-CON NACHO CASES: 11 PARTIDOS. 4 victorias, 1 empate y 6 derrotas. 39’39% de los puntos, que conllevaría 44’9 puntos en una Liga completa. (Único escenario con números de salvación). 11 goles a favor (1 por encuentro) y 22 en contra (2 por partido).
E-SIN NACHO CASES: 13 PARTIDOS. 1 victoria, 5 empates y 7 derrotas. 20’51% de los puntos, que supondría un total de 23’38 puntos en una Liga completa. 11 goles a favor (0’84 por encuentro) y 23 en contra (1’76 por partido).
+RESUMEN -Escenario con mejor promedio de puntos -> con Nacho Cases (39’39%), seguido de la combinación con Rivera y sin Eguren (33’33%). -Escenario con peor promedio de puntos -> sin Cases (20’51%), seguido de la combinación con Eguren y sin Rivera (22’2%), y con Eguren-Rivera (25%). -Escenario con mayor promedio de goles en contra -> con Eguren-Rivera, con Eguren y sin Rivera, y con Cases (los tres con 2 goles por partido). -Escenario con menor promedio de goles en contra -> sin Cases (1’76 por encuentro), seguido de la combinación con Rivera y sin Eguren (1’78 tantos por partido). -Escenario con mayor promedio de goles a favor -> con Eguren-Rivera, y con Cases (en ambos 1 gol por encuentro). -Escenario con peor promedio de goles a favor -> con Eguren y sin Rivera (0’8 por partido), después sin Cases (0’84) y en tercer lugar la combinación con Rivera y sin Eguren (0’92).
2. Lista, cambios y planteamiento. El viernes, tras anunciarse la lista de convocados, escribí en twitter que no era lógico incluir solo a dos mediocentros, especialmente si los dos eran titulares y teniendo en cuenta que los ausentes (Cases y Ricardo) aportan algo diferente a las virtudes de los convocados. En las sustituciones, Clemente optó por situar a Gálvez como pareja de Eguren. La posesión global había sido de un 49% hasta el descanso, bajó a un 47% hasta el momento de ese cambio, y acabó el partido en un 43%. El Sporting había comenzado a ceder el balón y metros al Racing antes de la sustitución mencionada pero ese riesgo se intensificó tras la salida de Rivera. Es una situación similar a lo ocurrido en la segunda mitad ante Osasuna: 1-0 a favor y se empieza a dar vida al rival cediéndole metros hasta que empata. Para que ese planteamiento tenga éxito, se necesita contundencia y solidez defensiva. Y para que salga bien prescindir del centro del campo, es vital tener pegada arriba. El equipo gijonés carece actualmente de esas dos facetas, por lo que las dos decisiones (prescindir del centro del campo y ceder metros) parecen condenadas al fracaso.
3. Botella medio llena o medio vacía. El sportinguismo se caracteriza mayoritariamente por ser una montaña rusa de optimismo y negatividad. -Para los que aún quieran creer en la permanencia, se puede decir que el Sporting lleva 3 puntos en la segunda vuelta frente a 1 único puntos que llevaba en la primera vuelta a estas alturas. De hecho, sumó ese punto en 7 encuentros, de ahí que si se logra algo ante el Barcelona o el Sevilla, el equipo se acercaría a sumar esos 6-7 puntos extra sobre los 18 con los que finalizó la primera mitad del campeonato para hacer los 24-25 que permitiesen alcanzar alrededor de los 43 que podrían ser necesarios. -Los que quieran bajar los brazos, pueden insistir en que no se ganó al Racing (rival directo), que es la defensa más goleada, que le cuesta un mundo anotar tantos y que prácticamente se necesita el equivalente a ganar 8 de los 14 encuentros restantes (12 si se quitan las visitas frente al Barcelona y el Real Madrid).
-Racing: Toño; Álvaro, Torrejón, Bernardo, Christian; Diop (Colsa, min 78), Adrián; Arana, Acosta (Jairo, min 78), Munitis (Kennedy, min 59); y Stuani. -Sporting: Juan Pablo; Orfila, Botía, Gregory, Canella; Rivera (Gálvez, min 66), Eguren; De las Cuevas, Colunga (Sangoy, min 78), Carmelo (Mendy, min 57); y Barral. -Goles: 0-1, min 42. Barral. 1-1, min 74. Stuani, de penalti
Tal día como hoy, 25 de febrero, arrancaba 'La Cola de Vaca' en 2006. Ya son 6 años de ilusiones, esfuerzos, dudas, satisfacciones, comentarios, visitas, existencia paralela en las redes sociales, secciones fijas y otras variables, amistades surgidas gracias a este blog,... en definitiva, un montón de experiencias inolvidables. Por todo ello, quería compartir este aniversario con todos/as vosotros/as y daros las gracias por seguir contribuyendo a mantener vivo este rincón gracias a vuestro aliento y vuestra participación.
Quien tenga o haya tenido un blog, comprenderá muy bien cuánto cuesta mantenerlo durante tanto tiempo, en este caso desde aquellas primeras entradas que tenían como protagonistas a un jovencísimo Kun Agüero, al partido de la Liga de Campeones Real Madrid 0 - Arsenal 1, o a un prometedor Silva. Para celebrar este sexto aniversario, pronto habrá novedades en 'La Cola de Vaca'. Gracias de nuevo.
Érase una vez un piloto de F1 que, pese a disponer de uno de los dos mejores monoplazas de la parrilla, estuvo tres Campeonatos al límite en cada salida, en cada curva, en cada sesión de calificación, en cada carrera. Su ingeniero, además, aparecía en cada momento de duda para aportar soluciones, para evolucionar aún más el coche con nuevas piezas y exprimiendo al máximo los recursos existentes.
Además, cada nuevo Mundial exigía una vuelta de tuerca, ante lo que ni el ingeniero ni el piloto fallaban. Su voracidad de éxito era ilimitada, necesitaban conquistar cada metro de cada trazado, de verdad que lo necesitaban, sin permitir que su escudería archienemiga, a la que llegó a sonrojar doblándola en algunas ocasiones, incluso en su propio circuito, pudiese divisar un atisbo de posibilidad de adelantamiento.
Todo eran sonrisas, elogios y aportaciones a la historia del deporte. Hasta que llegó el cuarto campeonato. Entonces, el piloto tal vez cegado por el éxito y acomodado en su superioridad, se confió. Primero, tuvo la reacción lógica e instintiva de levantar un poco el pie del acelerador en alguna curva, lo que motivó a la escudería enemiga, ávida de recuperar el trono, para exigirse cada vez más con el acicate de verse reflejada en el retrovisor del otrora insaciable piloto. Posteriormente, cedió alguna carrera sin saber que seguía alimentando las ansias de un rival que ya comenzaba a creer y hacer probable lo imposible.
Y es que las evoluciones del ingeniero siguen aportando soluciones, pero no son suficientes porque su piloto ya selecciona las curvas y los circuitos en los que pisar a fondo el acelerador. Eso sí, cuando lo hace, demuestra que es inalcanzable en la pista. El tiempo despejará las dos dudas que asoman cada día de las últimas semanas: ¿volverá el piloto a tener esa voracidad de querer estampar su nombre en cada metro de asfalto? ¿dependerá de ello la continuidad del ingeniero?
---Audio de esta entrega en la colaboración con 'Rincón Sportinguista': audio aquí
1. La leyenda urbana de Clemente. A Clemente le persigue desde casi siempre la cantinela de que es un entrenador 'amarrategui', que juega al patadón y que su mayor virtud es imponer mano dura a los vestuarios. Ayer, el Sporting jugó con el esquema que utilizaba Preciado (4-2-3-1), los jugadores actuaron con una intensidad similar a las mejores tardes del técnico cántabro, con las mismas limitaciones defensivas y con la misma dificultad para generar ocasiones de gol, pero ya se atisbaron algunas diferencias, que en teoría deben ir incrementándose con el paso de las jornadas. Aunque confieso que nunca he sido muy cercano futbolísticamente a Clemente, considero que lo más justo es observar y no prejuzgar, así que eso iré haciendo en cada encuentro.
Para hacernos una idea aproximada del Sporting que hemos presenciado esta temporada con cada uno de los tres entrenadores que ha tenido, aquí tenéis un pequeño estudio comparativo. No es ninguna verdad absoluta, ya que simplemente compara los tres últimos partidos en El Molinón, cada uno con diferente inquilino en el banquillo, pero puede producir sorpresas o sembrar dudas sobre leyendas urbanas.
*SPORTING contra el Málaga (con Preciado)
-41% de posesión.
-390 pases totales: 50 largos (12'8%), 320 pases cortos, con una media de 4 por jugada y 72% de acierto en el pase. -11 disparos a favor (7 a puerta) y 10 recibidos (4 en la portería). -El Sporting ganó el 69% de duelos aéreos.
*SPORTING contra Osasuna (con Tejada)
-47% de posesión.
-410 pases totales: 68 balones largos (16'5%), 310 cortos y una mediade 3 pases por jugada, con 62% de acierto en el pase.
-11 disparos a favor (5 a portería) y 13 en contra (5 entre los tres palos).
-El Sporting ganó el 41% de duelos aéreos.
*SPORTING contra el At.Madrid (con Clemente)
-49% de posesión.
-430 pases totales: 72 balones largos (16'7%), 330 cortos y una media de 3 por jugada con 75% de acierto en el pase.
-10 disparos a favor (3 a puerta) y 16 recibidos (9 a puerta). -El Sporting ganó el 61% de duelos aéreos.
2. El estilo y las circunstancias. Clemente no tenía a Lora, dejó en el banquillo a Rivera y no convocó a Nacho Cases. Los tres son los futbolistas con más toques y pases por partido en el Sporting durante la temporada. La pareja elegida para el centro del campo fue Eguren y André Castro, que se caracterizan por su poderío físico en el primer caso y la intensidad en el segundo. Aún así, por delante había gente con talento asociativo como De las Cuevas o Carmelo, y el equipo tuvo en varios momentos una buena salida de balón. No obstante, las carencias constructivas fueron muy notables en los minutos que el marcador señalaba un 0-1 en contra. La lectura que se extrae es que el estilo por el que ayer apostó Clemente es válido para cuando el partido vaya igualado o a favor, con el equipo contrario llevando más el peso y con el encuentro inclinándose a lo que se conoce como 'correcalles' (transiciones y ritmo alto). Dará problemas cuando el resultado sea desfavorable, cuando el rival ceda al Sporting el dominio y espere más atrás. Entonces, habrá que ver si Clemente le da una vuelta a la idea de juego.
3. La cantera y algunas notas a nivel individual. Ayer jugó el canterano Pedro Orfila en el lateral derecho y cumplió con nota, ayudado también por la seriedad y el orden que mostró el colectivo sportinguista. Únicamente es un partido pero en este y otros ejemplos, mi idea, como ya dije en la pretemporada, es que lo aconsejable sería fichar únicamente para puestos decisivos y a jugadores que vengan a ser titulares. Un caso claro fue el lateral derecho el pasado verano. O traes a uno de fuera para ser titular (y Lora pasa a mediocampo) o recurres a la cantera si necesitas un jugador que sume desde el banquillo y sólo aparezca en ausencia del habitual. Aparte, quería resaltar algunos apuntes en el aspecto individual, centrándonos nuevamente en el partido de ayer: la actuación monumental de Juan Pablo, la recuperación de nivel de Canella, las ganas de un Colunga incisivo y que regaló controles exquisitos y el deseo de que De las Cuevas aparezca más; es el futbolista más talentoso de la plantilla y debe echarse el equipo a sus espaldas, siendo más constante y más determinante.
-Sporting: Juan Pablo, Pedro Orfila, Botía, Gregory, Canella, Eguren, André Castro (Rivera, m.65), Carmelo (Óscar Trejo, m.63), De las Cuevas, Adrián Colunga y Barral (Bilic, m.78) -Atlético de Madrid: Courtois, Juanfran, Godín, Miranda, Filipe Luis, Adrián López (Perea, m.81), Gabi, Mario Suárez, Koke (Salvio, m.54), Diego (Pizzi, m.61) y Falcao. -Goles: 0-1, m-20: Canella en propia puerta ; 1-1, m.37: Eguren.
-Goles:1-0, Graham (23’); 1-1, Holt (47’); 1-2, Pilkington (51’); 1-3, Holt (63’); 2-3, Graham (87’)
En otra tarde muy fría volvíamos al Liberty con un gran partido entre dos equipos recién ascendidos y además los dos impresionando y sorprendiendo a mucha gente. El Norwich, situado en el décimo lugar, y el Swansea solo una posición por debajo a dos puntos. Sabíamos que ganando este partido daríamos un paso muy importante de cara a la permanencia.
Empezó el partido con un gran inicio de los visitantes que no nos dejaron disfrutar de nuestra usual posesión de balón y muy pronto se adueñaron del medio campo. Ellos gozaron de buenas ocasiones para abrir el marcador, pero así es el fútbol: en nuestra primera clara ocasión, Danny Graham definió con mucha clase una gran jugada de equipo. Nos íbamos al vestuario con ventaja en el marcador pero sabíamos que estaba siendo un partido complicado donde no realizábamos largas posesiones como solemos hacer pero lo importante era ganar de cualquier manera.
Por desgracia, nada más empezar la segunda parte el Norwich empató el partido y unos minutos más tarde se adelantaron con el 1-2. Increíble, parecía que aún estábamos en el vestuario, no reaccionamos y encima en una contra nos metieron el tercero quedando aún mucho tiempo por jugar. Todo apuntaba a ser una tarde de debacle. El míster enseguida hizo un par de cambios en el equipo y, a pesar de estar pesados y sin la chispa que hemos tenido durante toda la temporada, no tiramos la toalla.
A falta de menos de 10 minutos reducimos la desventaja a 2-3 y los últimos cinco fueron un monólogo del Swansea para lograr el empate. La tuvimos a pies de Graham, que disparó fuera rozando el palo desde el punto de penalti. Se llama mala suerte y esto pasa en el fútbol. Siempre hay días así donde el equipo no está a su 100% pero no se le puede reprochar nada porque lo dimos todo y con un poco de fortuna hubiésemos sacado un punto. Una vez más, nuestra afición estuvo admirable, estuvieron al lado del equipo hasta el final y a pesar de perder nos fuimos a los vestuarios con unos aplausos que demostraban la aceptación de un mal día pero respetando el gran esfuerzo realizado.
Bajamos una posición en la clasificación pero seguimos a 9 puntos del descenso con 30 puntos. Jugué los 90 minutos.
PD: en la siguiente entrega os relataré nuestra estancia estos días en Tenerife con una cuantas anécdotas.
1. La escalera y el abanico. El Sporting quiso estirarse ayer más que nunca a lo ancho en el centro del campo (una especie de abánico para hacer coberturas laterales sin que Carmelo ni De las Cuevas tuvieran que ayudar a su lateral), sobre todo con André Castro pegado a la banda izquierda en multitud de ocasiones, y así no tuvo apenas escalonamiento vertical. El equipo se compuso de tres líneas rectas (una escalera de tres peldaños), entre las cuales existía mucho espacio, lo cual contribuyó a darle facilidades al Valencia y lo cual también perjudicó a que el equipo saportinguista apenas pudiera llegar arriba. Tino Costa tuvo tiempo para pensar en el hueco existente entre las dos líneas de tres, Feghouli se movió muy bien por el interior a la espalda de Eguren (ahí se produjo el primer gol, tras la permisividad de Lora) y los dos delanteros también aprovecharon la espalda del uruguayo y de los centrales.
2. Cambios. Aparte de la inesperada sustitución de Canella, estaba cantado que Colunga sería el candidato para el primer cambio. La duda, con el 1-0, era si Tejada lanzaba un mensaje ofensivo y arriesgado a sus jugadores quitando a un centrocampista (Eguren hubiera sido mi elección) para que Carmelo o de las Cuevas se colocaran de enganche y el fichaje invernal en la banda, o si simplemente hacía un relevo pieza por pieza, como así fue. La apuesta ofensiva (Bilic por André) llegó con el 2-0, es decir, cuando ya no había nada que hacer. ¿No hubiera sido mejor arriesgar cuando se pierde pero hay opciones? Es cierto que puede salir mal y salir goleado, pero también lo es que se recibieron unos cuantos de esa otra forma.
3. Concentración, alma y fe. Pese a 30 minutos bastantes serios ayer hasta el 1-0, este equipo está teniendo muchos problemas futbolísticos (más goleado, dificultad para anotar y el balón dura poco, con un porcentaje bajísimo de acierto en el pase), agravados por los mentales que provocan que los jugadores parezcan 'irse' de los partidos en cuanto se encaja un tanto. Es vital que la plantilla se recupere psicológicamente para conseguir la concentración defensiva de la segunda vuelta de la pasada Liga, el alma que les ha caracterizado en sus mejores momentos y sobre todo fe para no venirse abajo al mínimo contratiempo.
4. Estilo (entrenador) para lo que resta de temporada. La permanencia se va alejando, los rivales directos están respondiendo y el calendario no es el más favorable. La situación ahora pasa prácticamente por ganar 8 de los 16 encuentros que restan. Sin entrar a valorar qué entrenador es el idóneo para esta decisiva recta final, lanzo una reflexión al aire: ¿amarrar será suficiente? ¿cuál es el estilo por el que debe apostar el equipo más goleado de la Liga -y con problemas para anotar- para ganar la mitad de las jornadas restantes?
-Valencia: Guaita, Miguel, Rami, Dealbert, Mathieu, Feghouli (Piatti, m.76), Albelda, Tino Costa, Jordi Alba (Bernat, m.82), Soldado y Aduriz (Jonas, m.71). -Sporting: Juan Pablo, Lora, Botía, Gregory, Canella (Ayoze, m.40), Rivera, Eguren, De las Cuevas, André (Bilic, m.74), Carmelo (Colunga, m.60) y Barral. -Goles: 1-0, m.34: Feghouli. 2-0,m.74: Botia, en propia meta. 3-0, m.90: Jonas. 4-0, m.90+: Jonas
Cuarta ronda de la FA Cup en el Rebook Stadium del Bolton Wanderers. Esta competición siempre es importante; a pesar de no ser un objetivo claro para nosotros, el aliciente de la final en Wembley es tentador y todos sueñan con jugar en ese estadio. Por fortuna, ya tuve la suerte de vivirlo la temporada pasada pero no me importaría repetir.Por desgracia, perdimos el partido por 2-1. Nos adelantamos al minuto 40 a través de una gran jugada individual de Luke Moore pero el Bolton empató en el ultimo minuto de la primera parte. La segunda mitad el equipo mostró mucha más compostura y ocasiones pero los locales sellaron el pase a cuartos en un contraataque. El sueño de volver a Wembley se perdió pero todos sabemos que tenemos un único objetivo marcado y ese es la Premier League. Me tuve que conformar con ver el partido desde el banquillo por descanso ya que el martes teníamos al Chelsea en casa.
Bueno eran dos derrotas consecutivas entre liga y copa (Sunderland y Bolton) pero volvíamos a nuestra fortaleza del Liberty Stadium, donde ya sabéis que solo un equipo ha sacado los 3 puntos, el Manchester United;Tottenham sacó un punto, el Arsenal se fue sin nada pese a ser el único equipo capaz de marcarnos dos goles y hemos conseguido bastantes porterías a cero. Era el turno del Chelsea que llegaba a Swansea sin Terry ni Lampard por lesión y Drogba por la Copa de África. Pero bueno sigue siendo todo un Chelsea, ¿no? No olvidemos los Mata, Torres, Sturridge, etc. La primera parte la jugamos casi bien perfecta, con mucha posesión, agresividad, presión, y así se hizo justicia: Scott Sinclair (ex del Chelsea) después de una falta lateral se sacó una volea que entró por la misma escuadra. 1-0 al descanso. En la segunda mitad y con mucho frío, el Chelsea salió más fuerte a por el empate y la verdad es que dominaban aunque no gozaban de ninguna clara ocasión. A nosotros nos costaba sacar el balón desde atrás, el Chelsea presionaba bien pero a la vez nos sentíamos cómodos a la hora de defender, todo parecía destinado a derrotarlos pero en el minuto 92 un centro por nuestra izquierda fue desviado por un jugador nuestro, se coló dentro y terminamos con empate a 1. La decepción y tristeza en el vestuario me hizo ver lo lejos que hemos llegado en los últimos años, descontentos con un empate a 1 contra un todopoderoso y viendo las gradas vibrar de nuevo a pesar de los grados negativos en aquella friolera noche e incluso la ovación recibida al finalizar el encuentro. Se nota que la afición igual que nosotros está disfrutando de esta gran temporada. Jugué los 90 minutos y me pude cambiar la camiseta con otro español y amigo, Oriol Romeu, mediocampista del Chelsea que también jugó de titular.
*FAMILIA NUMEROSA
Llegué a casa después del partido sobre las 23.30 pero a las 4am ya estaba en el Singleton Hospital para estar con mi pareja Nikki que estaba ya con contracciones para dar a luz a nuestra primera niña y tercer hijo. La verdad es que se me pegaban los ojos, apenas podía abrirlos por el cansancio después de un partido de tan alto nivel pero para los que han vivido algún parto en directo, ya sabéis que el dolor que está sufriendo la madre en ese momento no se puede describir ni comparar a ningún otro dolor. Pero bueno estuve apoyando a Nikki hasta el final y el 1 de Febrero de 2012 a las 12.29 del mediodía nació la niña, pesando 3 kilos 600 gramos. No nos hemos decido por el nombre aún aunque tenemos un par escogidos. Solo decir que me siento orgulloso de Nikki y de ser padres de familia numerosa algo que me hace aun más fuerte para el día a día y es la motivación más grande que tengo cuando piso el terreno de juego, ganar por ellos.
-Goles: 1-0, Fortuné (54'); 1-1, Sigurdsson (55'); 1-2, Graham (59').
Si hablaba de las bajas temperaturas en Swansea, el Sábado en Birmingham era mucho peor, un frío que costaba respirar y ademas nevada, nada fácil para salir al campo de corto y ponerte a combinar con el balón. Estaba claro que las condiciones meteorológicas eran difíciles para los dos equipos incluso para las aficiones pero como siempre los fans del Swansea se hicieron notar en las gradas de The Hawthorns, estadio del West Bromwich Albion.
Como casi siempre, una gran primera mitad, dominio total en posesión pero sin claras ocasiones; en cambio los locales creaban a través de faltas y córners que nos pusieron en peligro más de una ocasión. 0-0 al descanso y seguía nevando sin parar, pero a los aficionados del Swansea no se les notaba el frío y lo sé porque mis padres estaban en la grada viendo el 'match' en directo. Seguíamos con el dominio pero en un córner se adelantaron, aunque un minuto después Guilfy Sigurdsson empató en una gran jugada que finalizó con un gran toque de calidad del islandés. Lo mejor fue la reacción del equipo, ya que dos minutos después nuestro pichichi Danny Graham puso el 1-2 definitivo que completaba una gran semana: empate contra el Chelsea, el nacimiento de mi niña y esta victoria que nos sitúa decimos con 30 puntos y a 10 puntos del descenso. Creo que no se puede pedir más.
Ángel
+PD: El editor de este blog ha añadido los dos gráficos de 'Four Four Two', en el que se muestran los pases de Rangel durante el WBA-Swansea y el hecho de haber sido en ese encuentro el jugador más influyente en el juego de su equipo.
-Fotos: Google Images y Four Four Two (Stats Zone)
1. Preciado-Tejada. El equipo ofreció en la primera parte ante Osasuna una leve mejoría respecto a los últimos encuentros, no así si se compara la imagen ofrecida ayer con los mejores momentos de la presente temporada sin ir más lejos. El teórico 4-3-3 de Tejada apenas presentaba variaciones importantes frente al 4-2-3-1 de Preciado. Los pequeños matices casi tenían más que ver con la mentalidad que con el dibujo. Los laterales se incorporaron más porque André Castro y Cases hicieron más movimientos laterales de cobertura, con Carmelo y De las Cuevas adelantando y centrando algo su ubicación para intentar evitar que Barral fuera una isla. Funcionó bastante bien en los primeros 45 minutos gracias a una alta intensidad, que alcanzó hasta que lo permitió la pesadez del campo y que suele ir unida a la mejor versión sportinguista.
2. Urgente mejorar en las dos áreas. Este Sporting necesita urgentemente volver al nivel defensivo de la segunda vuelta de la pasada Liga. Eso contrarrestaría la dificultad que tiene el equipo rojiblanco para convertir en gol sus ocasiones. Ayer, con 1-0, se pudo sentenciar y hoy la historia sería diferente. Pero también cambiaría el desenlace si Osasuna no hubiera sacado petróleo en el enésimo centro lateral que causa daño a la defensa sportinguista en los últimos años. Y hay que recordar que el conjunto navarro visitó El Molinón sin Masoud, Cejudo y Lamah, además de la suplencia de Nino. Sin ese potencial, pudo empatar y sumó 13 disparos como visitante.
3. Cambios y De las Cuevas. La situación clasificatoria provocó que el miedo apareciera en el técnico y los jugadores, que recibieron un peligroso mensaje cuando Eguren sustituyó a Barral con 1-0 en el marcador a falta de 20 minutos. Si ya habían cedido metros y posesión al rival, a partir de ahí eso fue aún más palpable. Tampoco ayudó que De las Cuevas abandonara el césped en el ecuador de la segunda parte. De las Cuevas debe ser el referente del Sporting, debe asumir el rol que tenía Diego Castro de echarse el equipo a la espalda y desde el banquillo se debe favorecer que aparezca más y más cerca de la zona donde hay que crear peligro. Es preocupante que ayer tocara 28 balones (el segundo titular con menos, tras Gregory con 27) y que apenas diera ¡12! pases (el titular que menos dio) en 66 minutos. Interviene poco, no mal. El complicado reto de la permanencia estará un poco más cerca si De las Cuevas entra más en juego, al igual que si se van recuperando las mejores versiones de Botía o Lora (ayer se acercó), por ejemplo.
4. Calendario. Con 19 puntos, a 3 de la salvación, no se pueden bajar los brazos ni siquiera con el calendario que se avecina a corto plazo. Es cierto que ahora esperan Valencia, At.Madrid, Racing, Barcelona y Sevilla, pero tal vez se debe pensar que no hay nada que perder y que eso ayude a jugar con menos presión. Sería importante sumar no menos de 5 puntos para llegar a falta de 12 jornadas no necesitando más de la mitad de los puntos en juego, que ya sería una situación muy complicada.
-Sporting: Juan Pablo, Lora, Botía (Iván Hernández, m.60), Gregory, Canella, Rivera, André Castro, Nacho Cases, De las Cuevas (Adrián Colunga, m.66), Barral (Eguren, m.70) y Carmelo. -Osasuna: Andrés Fernández, Marc Bertrán, Sergio, Flaño, Satrústegi, Damiá (Nino, m.46), Puñal, Raúl García, Nekounam, Timor (Calleja, m.66) y Lekic (Lolo, m.87) -Goles: 1-0. m.32: Carmelo. 1-1. m.-77: Lekic.
Tras las emociones del día anterior, quedaba el plato fuerte: asistir al Swansea-Arsenal en el Liberty Stadium. Por la mañana, los nervios se iban incrementando, pese al tranquilo entorno que me rodeaba en la Marina de Swansea. Ángel Rangel salió de su vivienda con el traje oficial del club y se subió a su coche con la obligación de llegar dos horas antes del inicio del encuentro para evitar la multa. Salió con tiempo porque desde el parking del estadio hasta la entrada sabía que tendría que ir deteniéndose a hacerse fotos y firmar autógrafos a los numerosos fans que ya se encontraban en los alrededores del escenario del evento de la semana en Gales. Tuve el privilegio de vivir todos esos momentos a su lado, siendo consciente de lo que siente un futbolista de la Premier en los momentos previos a jugar uno de los partidos del año.
Cuando Ángel ya pasó a esos vestuarios en los que yo había estado la tarde anterior, tocaba comer en los aledaños del Liberty, donde familias y amigos también llenaban los diversos establecimientos. Es algo habitual en las Islas: la gente pasa el día en torno al partido. Y el aficionado es el epicentro sobre el que gira todo en el fútbol británico. Me contaron que una vez un árbitro esperó 15 minutos para que arrancara un choque porque se enteró que por problemas en los tornos se estaba retrasando la entrada de los asistentes al Liberty. Aproveché también para fijarme en todos los detalles de un estadio coqueto, moderno y no tan grande como me imaginaba. El escudo del cisne en negro destacaba sobre el gris de la fachada principal. Los aficionados compraban el interesantísimo programa de mano en pequeñas casetas (yo no fui una excepción y al acabar de comer comprobé que la casualidad quiso que una entrevista test a Rangel fuera parte de los contenidos de ese programa) o buscaban algún producto de merchandising en la boutique oficial.
Hacía bastante frío, aunque soportable si ibas bien abrigado, como era mi caso. Eso sí, mientras, te cruzabas con un Gunner que solo iba con una camiseta de manga corta con el nombre de Henry, el ídolo que volvía esa jornada a la Premier.Otro valor añadido para que aquella tarde fuera especial, ya que en mi única visita al Emirates el francés ya vestía la elástica del Barça, aunque sí pude disfrutarlo en el Bernabeu, cuando un gol suyo hizo que el Arsenal eliminara al Real Madrid de la Champions. Pese a la hora y el cielo semi despejado, la humedad se notaba sobre todo al cruzar el puente que hay sobre el río que pasa cerca de una de los laterales del estadio.
Faltaba media hora cuando entré al campo acompañado de una música puramente ‘brit’ que ya me ayudó a empaparme de ese ambiente que uno encuentra únicamente en un campo de los inventores del deporte rey. Mi sitio, detrás del banquillo de Wenger, era idóneo para captar todos esos detalles futbolísticos que se escapan al otro lado de la TV o en un asiento en lo alto de la grada. Gritos de los entrenadores, el sonido de los golpeos de balón, percibir esa intensidad en el juego o esa altísima velocidad en la circulación de balón…Estas dos últimos aspectos fueron los que más me sorprendieron. Ni por televisión ni en lo alto del Emirates lo percibí tanto como ese día casi a ras de césped.
En los prolegómenos, ya percibí el orgullo patrio, con dos hileras de niños haciendo el pasillo a los dos onces titulares con banderas del País de Gales, y con el espectacular cántico de su himno que hacía temblar el cemento bajo mis pies.
Arranca el partido. Consigo distinguir a través del cristal del banquillo a Almunia, Rosicky, Chamberlain y Henry en el banquillo visitante, y Wenger se pasa todo el encuentro de pie, dando órdenes y quejándose bastante de algunas decisiones arbitrales o errores de sus jugadores. Me sentía raro: soy gunner desde que tengo uso de razón, pero mi sentimiento hacia los ‘swans’ ha ido creciendo tanto que ese día me decanté por los locales. ¡Quién me lo iba a decir! Yo en un partido del Arsenal con el corazón pidiéndome un resultado en contra. Entonces, llegó el 0-1 muy temprano y pensé que habría goleada justo el único día que no quería, con la de decepciones que me ha dado el conjunto del norte de Londres en los últimos años. Pero poco a poco el Swansea le fue robando el balón a su rival. Que llegara pronto la igualada de penalti ayudó a que el choque cambiara de rumbo.
Curioso es que en 2003 el club gunner era el líder de la Premier mientras que el Swansea era último de la League Two, la cuarta y última categoría profesional inglesa, es decir, eran primero y 92º en el ranking profesional. Una década después, la diferencia en puestos se cuenta con los dedos de la mano y el estilo futbolístico de ambos es un placentero oasis en el tradicional kick&rush directo de las Islas. Y en ese duelo entre estandartes del ‘passing game’, el modesto representante galés salió victorioso en el resultado y en las formas. Histórico.
Ni saliendo la vieja artillería –Henry y Rosicky- pudo el Arsenal sacar algo del Liberty, pese a haberse adelantado muy temprano y a lograr empatar a 2 después. Henry mostró sus galones en cuanto piso el césped, mandando al capitán goleador Van Persie a la banda para ocupar él la posición de 9. Eso hizo que Rangel apenas tuviera unos pocos duelos con el mítico jugador francés.
La hinchada londinense trataba de empujar con sus ánimos desde el fondo de la portería donde atacaba su equipo en la segunda mitad, pero no podían con los atronadores cánticos galeses. Yo ponía los ojos en el césped pero mis oídos capturaban en estéreo aquel espectáculo de las gradas al que asistía boquiabierto. Rangel me comentó al final del partido que había sido el encuentro con mejor ambiente desde que él llegó al club en 2007. Me sentí un privilegiado por haber tenido esa suerte. Además de por el detalle que tuvo Ángel de saludarme y hacerme un gesto -capturado en el siguiente video- cuando salía del terreno de juego al final del vibrante encuentro.
Los familiares y el entorno de los jugadores esperamos tras el final en una sala amplia, situada en la primera planta, donde los televisores ofrecían imágenes del histórico Swansea 3 – Arsenal 2. Después, subí al segundo piso en ascensor junto a familiares de Ángel, tras saludar a Britton en una de las rectas cubiertas con moqueta roja que conecta las diversas salas del estadio. En una amplísima de ese segundo piso, decenas de seguidores hacían cola para que Rangel, Dyer y Lita les firmaran o se hicieran fotos con ellos. Lo dicho, el aficionado allí es lo primero y el club lo cuida. Pensé en cuanto tenían que aprender las entidades españolas justo cuando el televisor que había detrás de los tres jugadores del Swansea ofrecía el inicio del Sporting-Málaga. Se me había olvidado por completo que jugaba mi Sporting. En unos segundos, comprobé los once elegidos de Preciado y luego ya abandonamos el estadio, con otras cuantas paradas en el recorrido hasta el coche para que Ángel atendiera a los fans.
Del resultado del Sporting, me enteré en una céntrica calle de Swansea. Vi la alegría de los jugadores y de El Molinón tras el gol de Trejo. Estaba esperando por la cena que habíamos encargado. Enfrente, Sinclair cenaba con unos amigos en un restaurante con una normalidad absoluta. La gente debe estar acostumbrada a verlos a menudo. Después, recorrí las desérticas calles de la ciudad en medio de una noche profunda. Al día siguiente tocaba madrugar para deshacer el camino por carretera hasta el aeropuerto de Bristol. Me fui encantado con el fútbol inglés y con el Swansea, agradecido a Orlandi, Rangel y sus seres cercanos –especialmente a Xavi-, y sabiendo que echaría de menos aquella localidad galesa. Y en mis últimos segundos antes de entrar al aeropuerto, me despedí con una broma en inglés de la persona que horas después trasladaría a McEachran: “me voy de Swansea sin que me haya llovido en tres días y habiendo visto perder ¡UN! balón a Britton, ¡qué es esto!”. Nos sonreimos y fui matando las horas de espera leyendo uno de los libros deportivos que compré allí y pasando páginas de la prensa inglesa, con Ángel en el once ideal de la semana en la sección de deportes de uno de aquellos diarios. Así acabó mi historia, de la que no he contado todo lo vivido pero sí he vivido todo lo contado.