09 mayo 2009

Artículo: Guardiola, cuando lo sencillo no equivale a simple (repetición)

-9/5/09:
Rescato un artículo que escribí el pasado mes de noviembre porque quiero volver a reconocer la figura de Pep Guardiola, para mí el protagonista del año en nuestro fútbol. Y lo hago hoy, antes de que pueda ganar la Liga matemáticamente o las dos finales, porque como dije ya hace meses, no necesito que se lleve ninguna copa ni hacer el histórico triplete para creer que ha tenido éxito. Para mí, el fútbol es algo más que unos resultados. Y este Barcelona ha estado 'impepsionante'.

-6/11/08:
Estaba esperando un tropiezo del Barcelona para que no se me tachara de oportunista al hacer este post. Pep Guardiola lo ha vuelto a hacer. Me refiero a conquistarme futbolísticamente, algo que logró como jugador y que en apenas tres meses lo está consiguiendo como entrenador. No necesito esperar a ver si llegan títulos, para mí lo más difícil –recuperar unos valores perdidos en un grupo que rozaba la apatía- ya lo ha resuelto con nota alta. El éxito no debe simplificarse en cifras, yo voy más allá de los números para valorar algo positiva o negativamente.

Mientras casi todos –culés o no- acompañaban con críticas y lamentos la agonía del proyecto Rijkaard, estoy convencido de que Guardiola construía el nuevo Barça en su mente, al tiempo que hacía crecer al filial azulgrana. Así, cuando le ofrecieron el banquillo, que fue posiblemente bastante antes de que se especulara con esa opción públicamente, él ya lo tenía todo diseñado. Tenía claros todos los pasos a seguir. Únicamente faltaba que Laporta, previo consejo de Cruyff, le pusiera el ofrecimiento sobre la mesa.

Al igual que con el 4 a la espalda su cerebro se anticipaba tanto que suplía sus carencias físicas para ganar en velocidad de acción al rival, ahora todo lo que concierne a un técnico él lo vive en su mente horas, días o incluso semanas antes de que sucedan. Es un enfermo del fútbol, se desvive tanto que esa dedicación (con jornadas diarias de 8 o más horas que incluyen el tupper de comida), unida a su talento innato para entender este deporte, hace que cuando casi todos vamos, Guardiola ya vuelve.

El primer paso fue recuperar los valores fundamentales que deben prevalecer en un vestuario. El compromiso, el esfuerzo, el espíritu competitivo, la ambición máxima pero humilde, el respeto a cualquier rival, y la conducta apropiada fuera del césped. Esto significaba sacrificar a las piezas claves (Ronaldinho y Deco) del colectivo campeón de Europa que nos asombró, reconducir otras (Márquez y Eto’o) y otorgarles más peso tanto dentro como fuera del terreno de juego a otros (Messi, Iniesta y Xavi), sustentando el grupo en un núcleo de canteranos cuyo amor por los colores contagiarían al resto en el difícil objetivo de volver a ser grandes y cuya admiración hacia Guardiola haría que la falta de experiencia o la cercanía de su paso por ese vestuario (esto último confieso que era mi fuente principal de dudas hacia Pep) no fuesen ningún obstáculo.

Sus virtudes son varias y muy amplias, simplemente habría que citar algunos ejemplos.
1) Informan que está demostrando a Keita y Touré, con videos de apenas dos minutos (recopilación de jugadas de diez segundos), la importancia de no correr sin sentido –pese a que se lo permita su sobrehumana condición física- puesto que eso significa no estar bien colocado en cada momento (ya dijo Cruyff que si un delantero suyo corría más de 15 metros era estúpido o estaba durmiendo).
2) Con ese método, motivó al filial en la fase de ascenso, utilizando unos videos que no tenían nada que ver con ellos ni con el rival (algún jugador saltó con lágrimas al césped tras ver a un padre compitiendo en un Iron Man junto a su hijo paralítico cerebral).
3) Aparte de dar más galones a Iniesta y a Xavi, a ambos los quiere más cerca del área rival.
4) Sabe que volar alto sin control es menos positivo a largo plazo que la búsqueda del equilibrio entre el siempre y el jamás, tratando de evitar el choque con la euforia a través de discursos al vestuario o la prensa (“Somos líderes pero con 87 puntos por jugar”, dijo tras once victorias consecutivas; mientras que sus palabras sobre el 1-1 ante el Basilea fueron: “Este empate nos pone en nuestro sitio”).
5) Su planificación absoluta incluye llamadas a medianoche a los domicilios de los jugadores, quienes deberán pagar multas si incumplen estas y otras premisas. Las normas sólo se saltan cuando impera la lógica: un viaje colectivo para asistir al funeral del padre de un integrante del cuerpo técnico es primordial frente a los efectos negativos de celebrarse 24 horas antes de un partido de la Liga de Campeones.

Guardiola se ha rodeado de unos colaboradores que también ponen su granito de arena para haber conseguido que prácticamente los mismos jugadores que sin solución a la vista se arrastraban en mayo vuelvan a enamorar a los aficionados al fútbol de lujo en apenas dos meses de Liga. El Barça se ha recuperado futbolísticamente y sobre todo psicológicamente; ni siquiera aparecieron las dudas en la plantilla cuando no llegaban los goles ni los resultados en los dos primeros partidos. Guardiola les había convencido de que se iba por el camino correcto. Al margen de si un duelo concluyó 1-0 en contra o 1-6 a favor, las sensaciones, el juego y el control sobre todos los aspectos del juego les daba tanta confianza como desprendían las acciones y las palabras del entrenador. Sus consignas son directas, breves, sencillas y revestidas de plena seguridad, lo cual ayuda a que la plantilla las comprenda, asuma y lleve a la práctica sin plantearse ninguna otra opción.

Es el nuevo Barça, al que el 99’9% de la gente juzgará con lupa en cada encuentro olvidando sus virtudes si las victorias (los títulos) no llegan. Guardiola sería entonces el máximo culpable, de nada servirían su profesionalidad, ilusión y dedicación, cualidades que se les debería presuponer a todos y que sin embargo adornan a pocos. Como todos, tendrá fecha de caducidad (justa o injusta), aunque en su mente él lleva tiempo siendo entrenador de su Barça y lo será siempre. En el otro fútbol, el que no se reduce a copas y vitrinas, para mí a día de hoy Guardiola ha triunfado.

5 comentarios:

  1. Anónimo10:41 p. m.

    Pues tienes mucha razón, el rendimiento está siendo muy bueno, con puntos y sobre todo a la par con buen juego y espectáculo, el que todos exigimos y que escasea en nuestro futbol!Vaya crack Pep, un autentico estudioso.

    Un saludo
    Acierta el Cromo de TCdC
    www.tocaladecara.blogspot.com

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  2. Coincido. Sin duda Guardiola es el auténtico artífice de este Barça que a excepción de casos contados, es el mismo que el año anterior. La recuperación de Henry o la vuelta a la normalidad de Eto'o es mérito único y exclusivo de Guardiola. Pienso igual, no necesita títulos, su fútbol es eterno.

    Un abrazo.

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  3. Anónimo8:39 p. m.

    Se de alguno y alguna que dijo que Guardiola no llegaría a comer el turrón en el Barça, y me acabaron demostrando que hay algún merengue que no entiende de fútbol.
    http://chovenaplaza.wordpress.com/

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  4. Gracias por vuestros comentarios. Saludos

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