La aventura escocesa de Marc Crosas

Hace dos o tres semanas, me entero de que Marc Crosas se ha lesionado. No es nada serio, simplemente un problema en los isquiotibiales que le tendrá de cuatro a seis semanas apartado de los terrenos de juego, pero es lo justo para cortarle su proceso de adaptación, justo cuando se había asentado en el equipo titular del Celtic habiendo entrado en el once seis partidos seguidos.

La última vez que había hablado con él estaba cedido en Lyon. Tuve que ponerme manos a la obra para conseguir cambiar en mi agenda su teléfono francés por el nuevo número escocés. No fue demasiado difícil y además, una vez que le localizas, él pone todas las facilidades. Es un chaval muy accesible, sencillo y buena gente. Antes de empezar a hacerle la entrevista (1, 2 y 3 muestras), comparto con él la sorpresa que experimenté cuando me enteré de su marcha al Celtic. Por tres motivos: pensé que Guardiola (muchos dicen que son clones jugando) le daría minutos, me extrañó que se fuera traspasado y sus características no son las idóneas para el fútbol escocés.

Durante la entrevista, él me explicó sus argumentos ante esos tres hechos: en el Barça le dijeron que no confíaban en él, no quería una nueva cesión y la oferta del Celtic fue la que más le gustó (le permitirá comprobar si se adapta a otro fútbol y le ayudará a mejorar muchos aspectos de su juego). Asimismo, le agradece a Guardiola que le dijera las cosas claras y no como otros entrenadores que venden la moto, mientras que no se arrepiente después de comprobar que otros canteranos están teniendo bastantes minutos. Prefiere centrarse en el Celtic, con el que pretende volver a entrenarse la próxima semana para reaparecer pronto, y no pensar que tal vez hubiera tenido alguna oportunidad para cumplir su sueño de consagrarse en su Barça.

Aparte de mi positiva valoración futbolística, siento simpatía hacia Crosas, al que le deseo mucha suerte y del que estaré pendiente. También hablamos anteayer del juego del Barcelona (él lo veía venir en pretemporada porque hay un equipazo), de Benzema (lo considera capacitado para jugar en cualquier equipo; me confimó que el galo chapurrea español por haberlo estudiado en el colegio aunque me apuntó que el ariete francés es una persona muy reservada), o del curioso calendario escocés (al ser únicamente 12 clubes, me explicó que juegan tres vueltas). También hablamos del enriquecimiento personal que está disfrutando fuera del césped tras pasar por vestuarios como el del Barça, Olympique o Celtic y por ciudades como Barcelona, Lyon y Glasgow (costumbres, idiomas, cultura, etc.).

Espero que, al igual que Arteta o Cuéllar aunque con el máximo rival, Crosas crezca como jugador en Glagow para poder volver algún día a la Liga Española. De momento, ya tiene un doblete (Liga y Copa) conseguido en Francia. Y lo más difícil de los primeros meses en el nuevo país ya está casi conseguido: entender el peculiar acento escocés. Suerte Marc.