Diario de un sportinguista en el 'exilio': Valencia-Sporting

"En Mestalla habrá que jugar y si se recuperan las sensaciones de los partidos anteriores, todo es posible". Esto lo escribí en la crónica posterior a la derrota en Santander. Y el sábado ante el Valencia se volvió a ser el equipo de las cuatro victorias consecutivas, de ahí que todo fuera posible. Ahora, toca una semana tranquila para recibir al Betis. El descenso está a seis puntos ya que los resultados de abajo no ayudaron pero si el equipo sigue así, no habrá que preocuparse por lo que hagan los demás.

Este Sporting es capaz de todo simplemente con dos ingredientes: orden defensivo y chispa en el juego ofensivo. El bloque sportinguista estuvo muy ordenado, muy bien posicionado, trabajando los once solidariamente, consiguiendo ahogar a un Valencia que estuvo muy espeso, carente de ideas y con dificultad para conectar el centro campo con sus delanteros. Villa(ya le ha marcado a todos y su gol 100 tuvo que ser ante su Sporting), Mata, Joaquín, Vicente o Morientes no se encontraron cómodos, aunque los dos 'asturianos' del conjunto ché tienen tanta calidad que apenas necesitaron disponer de media oportunidad para anotar un tanto cada uno.

El Sporting, si juega con ese ritmo fluido que faltó contra el Racing, es letal. Los mediapuntas y los delanteros son una pesadilla para cualquier defensa de la Liga. Y eso que Diego Castro no entró demasiado en acción comparado con encuentros anteriores. Lo firmo si luego protagoniza uno de los goles de la jornada. Sí estuvo a gran nivel Luis Morán, pese a estrellar en el poster un disparo cómodo que hubiera supuesto su segunda diana y haber tenido una segunda mitad más tranquila. Barral, aparte del gol tras sus bicicletas, ofreció trabajo y movilidad a raudales, bien coordinado con Bilic, quién hace una labor encomiable marque o no marque.Además, Camacho le da a este equipo un salto de calidad en el centro del campo, con mucha presencia, robando y aportando calma así como sensatez al arranque del juego. Junto a él, formando la pareja de mediocentros que me parece más idónea, Míchel se marcó un partidazo. Suyo fue el excelente pase a Luis Morán en el primer gol.

Los laterales (Sastre y Canella) estuvieron muy serios en defensa y no fue necesaria su presencia en ataque, que fue muy inferior a la habitual porque el escenario y el rival así lo requerían. Gerard y Neru fueron muy prácticos, estuvieron casi perfectos, con el único pero del hueco que dejan a sus espaldas en el tanto de Mata. Y Cuéllar dio seguridad en todo momento, luciéndose en un par de intervenciones. Sólo me falta levantarme para aplaudir a Preciado, que hizo un planteamiento tan descarado y ofensivo como perfecto.

Valencia: Renan, Miguel, Albiol, Marchena, Moretti, Albelda (Edu, m. 75), Manuel Fernández (Baraja, m.59), Joaquín, Mata, Vicente (Morientes, m.46) y Villa.

Sporting: Cuéllar, Sastre, Gerard, Neru, Canella, Luis Morán (Kike Mateo, m. 88), Diego Camacho, Michel, Diego Castro (Pedro, m.85), Bilic y Barral (Matabuena, m.76).

Goles: 0-1, m.20: Luis Morán. 0-2, m.52: Barral. 1-2, m.69: Villa, de penalti. 1-3, m.81: Diego Castro. 2-3, m.90: Mata.

Fotos: El Comercio

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