---Colaboración con www.golaverage.com
El 'Mundial' del Sporting. El
sábado 24 de mayo, el Sporting disputó ante el Barcelona B un
partido que Abelardo calificó como una final. El técnico rojiblanco
dijo después que también eran finales, obviamente, las últimas dos
jornadas de la temporada (Zaragoza y Tenerife). Son tres encuentros
que se asemejan a los tres de la fase de grupos de un Mundial: está
en juego una clasificación (al play off en este caso), pero también
-al igual que ocurre en el torneo de selecciones- está en el aire
algo tan vital como el puesto desde el cual se colaría. Del mismo
modo, la posición final tras la jornada 42 determinará unas
eliminatorias más o menos favorables, dependiendo del rival y de que
el factor campo+clasificación en caso de empate sea favorable o no.
Esas dos eliminatorias que completarían el camino anhelado a Primera
suman cuatro partidos, es decir, los particulares octavos de final,
cuartos, semifinal y final del 'Mundial' del Sporting (con esa
salvedad de tratarse de dos rivales y no cuatro). Si a esto le
añadimos que el choque de vuelta de la eliminatoria final por el
ascenso se disputará el 22 de junio, encontramos otra similitud más
con el máximo campeonato de selecciones: el trayecto del Sporting
entre el primer choque de su 'fase de grupos' ante el Barça B y el
encuentro definitivo para sellar el ascenso es de un mes.
Disfrutar.
En
los meses de enero y febrero de este año, el Sporting atravesó su
mejor momento prolongado de la temporada en una combinación
juego-resultados. No creo que sea casualidad que durante esas semanas
varios jugadores, en público y en privado, dijeran que estaban
disfrutando sobre el césped. Divertirse jugando al fútbol es tan
difícil como valioso a nivel profesional. En el vestuario
sportinguista apenas lo han hecho en las últimas campañas y eso es
un auténtico lastre. Sobre todo cuando llegan los momentos de la
verdad. En Zaragoza, una vez más, la obligación y responsabilidad
que exigía el partido se tradujo, como reflejaban sus semblantes, en
futbolistas atenazados, cautelosos, temerosos a fallar, sin chispa,
sin capacidad de reacción (salvo en la recta final del encuentro)...
y sabemos el desenlace al que conduce eso. El reto, que será clave
para esta decisiva recta final de campaña, es que el Sporting sea
serio en términos futbolísticos, al tiempo que se divierta en el
campo. Si hay rostros relajados, si aparecen sonrisas, durante cada
90 minutos, entonces será más fácil que las sonrisas se prolonguen
tras cada pitido final. Esto ayudaría a que los aficionados
sportinguistas también disfruten con el fútbol, que encadena la
felicidad en la grada única y exclusivamente a un resultado.
Buenas
sensaciones. El
encuentro ante el Tenerife debe servirle al Sporting para
clasificarse para el play off, a poder ser como tercero, pero también
para encarar las eliminatorias con buenas sensaciones. Es importante
ganar bien, para fortalecer la autoestima del vestuario y para lanzar
un mensaje al resto de equipos clasificados. Aunque los resultados
contra todos ellos no han sido nada esperanzadores, la realidad
actual demuestra que el Sporting de Abelardo es el segundo mejor
equipo de la Liga en estas 4 últimas jornadas, igualado con 8 puntos
con el Eibar y sólo superado por el Alcorcón (9 puntos). Con el
presente, por tanto, hay que quedarse. Nada de mirar atrás. Basta
con que siga la media inglesa de Abelardo (victorias en casa y
empates fuera) para devolver al Sporting al lugar que le corresponde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario