El partido en
Las Palmas se nos puso de cara muy temprano con el tanto de David de penalti y
luego una serie de discutidas acciones arbitrales hizo que nos empataran
también de penalti inexistente. Todos los que lo vieron estarán de acuerdo
conmigo: era un partido que teníamos controlado y eso nos mató. Luego en la
segunda parte dominábamos con uno menos, pero nos metieron el gol a balón
parado. Era el 3 -2 y después ya no hubo historia.
Ante el
Córdoba hicimos un buen partido, teniendo posesión del balón y sabiendo que
hacer con él. Defensivamente también estuvimos acertados. Se nos puso el
partido de cara temprano y al jugar con esa ventaja fue todo más fácil.
El partido de
Xerez era intrascendente para la clasificación, aunque nosotros siempre tenemos
que salir a ganar. Pero ya era imposible llegar a los playoff y el partido tuvo
poco ritmo ante un equipo que llevaba una semana convulsa (las famosas cruces
en su campo de entrenamiento) y que llevó convocados a varios juveniles. Ganamos
ese encuentro porque supimos madurarlo y por la buena disposición que tuvimos en
el campo.
Hemos cerrado
una temporada que no ha sido buena, por unas circunstancia o por otras no hemos
sabido amoldarnos a la Segunda División. Era difícil después de haber bajado subir
ya por el nombre o porque todo el mundo veía al Sporting ascendido antes de
jugar. Eso no es así. Podemos ver dos caras de la moneda: la positiva, el
Villareal, y la negativa, el Racing. Nosotros hemos quedado entre una y otra,
en tierra de nadie, hay que hacer autocrítica y entre todos intentar que el año
que viene sea mejor. Seguro.
Recientemente,
tuvimos un homenaje a Manolo Preciado. Un homenaje de aficionados del Sporting,
de los de verdad, hacia una persona muy importante para el club, una persona
que dio ilusión a toda una ciudad con su forma de ser y sus logros deportivos.
Os dejo una foto de la escultura que le hicieron a Manolo.
Fue un acto
nostálgico y por momentos muy doloroso, como fue ver cómo Manu (su hijo) no pudo
acabar el discurso que tenía preparado y también ver a la madre abrazarse a la
estatua de su hijo. Lo dicho, descansa en paz amigo. Nosotros celebraremos el
ascenso, espero que el año que viene, acudiendo a verte donde vas a estar con
nosotros para siempre, en ese rincón tuyo de Gijón.
También quiero
desear suerte a dos chavales de Mareo que están con la selección sub 19, a
Borja López y a Serrano, que demostrarán seguro que Mareo está vivo y que la
gente de casa vale mucho. ¡Suerte!
Me despido de
todos vosotros. Gracias por leernos tanto a mí como al capitán Alberto Lora. El
año que viene será mejor, por nosotros, por la gente y por aquel que nos ve
desde el cielo.
Mañana saldrá el sol.
Nacho Cases
© La Cola de Vaca y Nacho Cases
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