17 septiembre 2014

El soplo de Abelardo

Colaboración con Golaverage.com




Lo reconozco, inicialmente tenía dudas sobre el actual entrenador del Sporting. Pero con el paso del tiempo ha conseguido que vayan desapareciendo. Eso no significa que esté cien por cien de acuerdo con todo lo que ha hecho ni con todo lo que hará, pero en líneas generales me está convenciendo. En un ambiente turbio, pesimista y escaso de recursos, Abelardo es el soplo de aire que permite al velero rojiblanco navegar, que no es poco mientras la marea no se lleve los vientos en contra de la entidad rojiblanca. Él y ver la ilusión de tantos chavales de Mareo permiten que el sportinguisimo pueda mostrar alguna sonrisa esporádica entre tanta desolación. Vamos con los aspectos positivos que ha traído Abelardo:

1) Cultura del esfuerzo. El equipo puede jugar mejor o peor, tener más o menos acierto, pero los jugadores saben que tienen que empapar la camiseta hasta la última gota de sudor en cada partido. Es innegociable para entrar en el once y en las convocatorias, porque los entrenamientos también cuentan.

2) Solidaridad. El once titular es un bloque solidario en el césped. Se piensa en el equipo antes que en el individuo. El entrenador no dejará que nadie se considere estrella ni más importante que el resto de sus compañeros.

3) Solidez. Es cierto que el Sporting ha encajado un gol por partido y que sigue teniendo despistes defensivos, y no sólo a balón a parado, pero también se aprecia una mayor solidez en el equipo. El rendimiento individual de los defensas ha crecido y el trabajo defensivo colectivo de los diez jugadores ofrece menos espacio y tiempo al rival.

4) Sin excusas. Desde su llegada al banquillo, Abelardo ha huído de las excusas. Puede asegurar públicamente que esperaba fichajes, que el equipo está descompensado, o que apenas tiene dos delanteros y uno de ellos es juvenil, pero eso jamás restará mentalmente ni en él ni en sus jugadores a la hora de competir. Con lo que hay se puede a ganar a cualquiera: ese es el pensamiento.

5) Naturalidad. Desde este verano me ha sorprendido gratamente la naturalidad con la que asume las situaciones y contesta todas las preguntas, la espontaneidad y claridad con la que lanza sus mensajes, sin esconderse, aunque sus palabras no agraden en el club.

6) Mareo. Conoce la cantera y apuesta por ella. Y creo firmemente que apostaría por Mareo si hubiesen llegado fichajes. Obviamente, en ese supuesto, igual alguno de los más jóvenes tendría menos presencia en el primer equipo y dejaría que siguiera su progresión en el filial, algo que le beneficiaría más que la actual situación.

7) No mira el DNI. Y si no mira el carnet para la edad, tampoco lo hace para el nombre. No parece que le tiemble el pulso para dejar a quien sea fuera del once o de las convocatorias.

8) Cambios. Hay una tendencia general hacia el inmovilismo en los banquillos a la hora de realizar cambios durante los partidos. Pocos entrenadores mueven ficha en el descanso y casi todos apuran muchos minutos para efectuar las sustituciones. No se trata de hacer cambios por hacer, pero sí de evitar que el encuentro se consuma sin dar oportunidad a los suplentes cuando algo o alguien no está funcionando, o simplemente cuando el partido está pidiendo a gritos que el técnico mueva piezas o cambie el sistema.

9) Flexible. No utiliza un único sistema y se adapta a los jugadores que dispone en cada momento o a las circunstancias de cada partido (o cada momento del partido). Desde su debut en el primer equipo, ha jugado con un 4-4-2 y también con un 4-2-3-1, con extremos más puros o con jugadores a pierna cambiada para buscar la diagonal hacia dentro. Será una ventaja cuando las lesiones o sanciones empiecen a causar estragos en una temporada tan larga y exigente.

10) Sentimiento. Abelardo es sportinguista. Lo demuestra de forma espontánea, como recientemente en su celebración con el gol logrado en Albacete. Celebra cada triunfo no solo como entrenador del equipo, sino como aficionado de su equipo.

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