18 mayo 2014

“Lastres, números y manera de defender”

Colaboración con Golaverage



-Menos puntos y menos goles a favor en la segunda vuelta. Si uno compara la trayectoria del Sporting en lo que se lleva disputada de segunda vuelta con las 18 jornadas equivalentes de la primera mitad del campeonato, hay dos diferencias evidentes: ha sumado 7 puntos menos y ha marcado 8 goles menos. El ranking ATP -como lo bautizó Sandoval- sale, por tanto, muy negativo. El objetivo era mejorar la primera vuelta en la segunda, pero posiblemente hubiese sido suficiente con igualarla.

En la jornada 18 de la Liga, el Sporting era 3º, con 31 puntos (a 1 del ascenso directo) y con 31 goles a favor frente a 23 tantos en contra. En los 18 encuentros disputados de la segunda vuelta, el Sporting sería 10º en la hipotética clasificación, con 24 puntos. Paradójicamente, ha encajado un gol menos (22), pero en cambio ha marcado 8 menos (23) que en los mismos encuentros de la primera vuelta. El potencial goleador no se ha mantenido y eso ha lastrado a un equipo que sigue concediendo ocasiones y tantos a los rivales.

El Sporting concluyó la primera vuelta 2º, con 33 puntos, y con un balance goleador de 35 a favor-28 en contra. Ahora, solo podría igualar esa puntuación en la segunda vuelta si hace un pleno en las tres jornadas restantes (para pasar de 24 a 33 puntos), lo cual significaría superar la barrera de las dos victorias consecutivas, algo que no ha conseguido en toda la temporada, ya que únicamente una vez ha enlazado dos triunfos.


-Dos lastres: los últimos minutos y los números a domicilio. El Sporting ha ido cayendo puestos como consecuencia de un cúmulo de factores. Cada vez le cuesta más marcar goles (Scepovic representa el mejor ejemplo del bajón ofensivo colectivo: marca menos goles y ya no ofrece tantos movimientos sin balón beneficiosos para sus compañeros), los errores arbitrales le han privado al equipo de los puntos suficientes para estar en ascenso directo, no ha resuelto los problemas defensivos (especialmente en la recta final de los partidos) y lejos de El Molinón los números distan mucho de los que deberían corresponder a un grande de la categoría.

Las estadísticas a domicilio, salvo en el tramo intermedio de la campaña, son ridículos. El Sporting sumó 5 puntos en sus primeras siete salidas (24% de los puntos), luego maquilló sus números visitantes con un sorprendente 14 de 18 en los siguientes seis desplazamientos (78%) y en la decisiva recta final está complicándose el objetivo del ascenso por su rendimiento lejos de El Molinón, con 2 puntos de los últimos 21 posibles a domicilio (apenas un 9'5%). En cambio, el Sporting es el segundo mejor local de la categoría: empezó sumando 16 puntos de 21 (76%) y, tras un bajón de 6 puntos en las cinco jornadas intermedias (40%), ha logrado 14 en los últimos siete choques en Gijón (66%).

En cuanto a la sangría en los minutos finales de los encuentros, los datos hablan por sí solos. El Sporting ha rescatado 3 puntos a partir del minuto 80, pero ha perdido 11 en esos últimos 10 minutos de los partidos. El balance es de -8 puntos, una cantidad más que suficiente para estar ahora peleando por ser campeón. El conjunto gijonés no sabe gestionar esos instantes finales: no consume tiempo conservando el balón y/o parando el juego, se echa muy atrás y concede siempre alguna oportunidad al rival.



-¿Por qué no defender con balón? Hay dos maneras de defender: teniendo el balón (para que lo tenga menos el rival y mantenerlo alejado el mayor tiempo posible de tu área) o cediéndole la posesión al contrario (achicando espacios, trabando los partidos y mostrando una solidez colectiva sin fisuras). Dicho esto, y observando tanto los problemas defensivos que tiene el equipo como las características de la plantilla sportinguista, uno lleva toda la temporada preguntándose por qué no se opta por intentar defender bajo la primera premisa en lugar de sin balón.

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