----Colaboración con
Golaverage
Observo en los últimos
tiempos en el fútbol, y el Sporting no es una excepción, la
proliferación de los bandos internos: a la rivalidad con otros
clubes se ha sumado la que se da entre partidarios y detractores de
un jugador, del entrenador o de los dirigentes de cada entidad. Es
muy natural que a cada aficionado le gusten más o menos determinados
jugadores o el entrenador, pero no tanto que eso se lleve al extremo.
Con Mourinho esta maldita moda alcanzó su plenitud, que va
encontrando secuelas con otros nombres en todos lados. Así, por
ejemplo, ahora parece que, antes de madridistas, hay 'casillistas' y
'anticasillistas'.
En clave sportinguista,
se da especialmente este fenómeno con los dirigentes y con José
Ramón Sandoval, mientras que en la plantilla es López Garai a
quien, a su pesar, le han colgado del cuello como una soga ese cartel
del extremismo. Evidentemente, estas posiciones no se pueden
generalizar pero si la tendencia sigue creciendo, van a tener que
vender los abonos de El Molinón por sectores.
En una grada, se ubicará
el sector 'Directiva rojo', es decir, los que hacen sangre con todas
las decisiones de los dirigentes y no les reconocen ningún mérito,
por pocos y mínimos que hayan sido en los últimos años. En otra
grada, el sector 'Directiva blanco', o lo que es lo mismo, los que
les dan un cheque en blanco de elogios sin dar cabida a la más
mínima crítica. Al retirar el abono, uno tendrá que acabar
decidiendo, del mismo modo, si prefiere estar en el sector 'Sandoval
rojo' (“Con otro entrenador, estaríamos en Primera en marzo”) o
en el 'Sandoval blanco' (“Sergio estaba verde en verano y mira cómo
el míster ha conseguido que crezca como jugador”).... en el sector
'Garai rojo' o en el sector 'Garai blanco'.... y así hasta el
cansancio y la pereza infinita.
¿Y qué pasa con los que
son rojiblancos? Aquellos que no tienen reparos en criticar el 90% de
las decisiones de la directiva en las últimas dos décadas y a la
vez tampoco titubean para elogiar recientemente la semana fantástica
de renovaciones, mejoras de contratos y adquisiciones. Aquellos que
consideran tan injusta la titularidad de Garai durante catorce
jornadas consecutivas como su desaparición radical de las
convocatorias. ¿Dónde ubicamos, por tanto, a los que fueron duros
con Sandoval por sus alineaciones y el estilo de juego -incluso
siendo líder- en el arranque de temporada, pero que ahora -aunque el
equipo sea cuarto- apenas encuentran motivos para ponerle cruces al
técnico?
¿No deberían los
sportinguistas juzgar las acciones con independencia de quienes las
protagonicen? ¿No deberían 'fiscalizar' a todos los actores
(dirigentes, cuerpo técnico y plantilla) buscando el bien común y
único del Real Sporting de Gijón? Porque, como la realidad no es ni
siempre/nunca roja ni siempre/nunca blanca, tan incoherente es dar
cheques en blanco a unos como hacer sangre con otros. Lo lógico es
repartir elogios cuando toque y a quien toque y hacer crítica
constructiva cuando sea necesario. Analizar y 'juzgar' en rojiblanco.
Ganaría el Sporting.
100% de acuerdo. Cada día se abandona más al escudo y los colores para amar/odiar a entrenadores, jugadores, etc.
ResponderEliminarUn voto a favor del aficionado de entidad, el que sobrepone el bien de su equipo al de cualquier personalidad. El aficionado fiel, de los que escasean cada día más.
Muy de acuerdo con que el clímax de esta moda se alcanza con Mourinho. Una lástima.
Muy buen artículo, un saludo.