23 junio 2011

Cinco años de Preciado en el Sporting

El jueves de la semana equivalente a la presente hace 5 años (22 de junio de 2006), Manolo Preciado era presentado como nuevo entrenador del Sporting. Su primera rueda de prensa tiene más valor ahora que la que tuvo entonces, cuando la falta de fe y el pesisimismo envolvían al sportinguismo. Él lo tuvo claro desde el principio: "Hay que transmitir alegría, que es lo que falta aquí". Sabía que llegaba a un club en horas bajas, tanto en lo económico como en lo deportivo, pero prefirió asumir el riesgo y ganar. De hecho, ya vatició en su presentación algo que ha venido repitiendo año tras año: "En Gijón voy a ser más feliz que en otros sitios". Tal vez por eso su fichaje se cerró rápido, en una reunón muy breve celebrada en Santander.


Tampoco parecía preocuparle que el Sporting no contase con recursos para reforzar la plantilla: "Hay que aplicar ingenio y acierto, porque tenemos menos dinero que el resto. Hay que tener la humildad del más malo y jugar como el más modesto". Se marcó el reto de devolver la ilusión hasta el punto de querer volver a ver El Molinón lleno. Únicamente pidió el apoyo de todo el entorno para levantar al club, ofreciendo "la confianza e ilusión que os trae uno de Santander".



Cinco años después, Preciado puede presumir de ser uno de los técnicos que han permanecido más temporadas consecutivas en un mismo equipo, algo rarísimo en el fútbol, algo extraordinario en Gijón. También puede sacar pecho de devolver esa ilusión perdida, de contribuir a llenar El Molinón y de conseguir un ascenso que parecía imposible y tres permanencias cuyo valor es altísimo, aunque el paso del tiempo las va convirtiendo en una exigencia rutinaria.



Este post únicamente pretende homenajear a un entrenador, y sobre todo una persona, que se merece todo lo bueno que le pueda pasar. Y sería un buen síntoma que siguiera sumando años como sportinguista. Algunos como el que suscribe estas líneas así lo deseamos ahora, al igual que lo defendimos en el pasado mes de diciembre. Entonces, cuando le empezaron a caer palos, yo dije que debía seguir, pero que -como ya había comentado el verano pasado- la plantilla necesitaba un par de refuerzos. Llegaron Cases y André Castro, el equipo entró en una dinámica positiva y el equipo acabó en la mitad de la tabla (ocupando puesto europeo si se contase únicamente la segunda vuelta), siendo el tercer conjunto menos goleado del campeonato. No todo fue mérito de Preciado, como tampoco toda la culpa era suya en diciembre. No soy sospechoso de evitar mencionar sus fallos, de hecho lo seguiré haciendo. Sí lo soy, pese a ellos, de haber sido partidario de su continuidad durante los cinco años. Gracias por todo, Manolo, y felicidades por estos 5 años.

4 comentarios:

  1. Gran post. Ojalá escribas la segunda parte dentro de otros cinco años.

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  2. Servidor también lo defendió en Diciembre, mi único momento de debilidad fue tras el partido ante el Málaga, pero las malas formas de la directiva me hicieron volver rápidamente al bando preciadista.

    Recuerdo que tras su llegada le llamaban vendehumos, parece que no estaba loco cuando hablaba de llenar El Molinón o de ascender a Primera. Creo que tendrán que pasar muchos años para volver a ver en el Sporting a una persona tan influyente como él en nuestra historia.

    Y me alegro de que aquí sea feliz, se lo merece.

    Un saludo.

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  3. @ogm Ojalá.

    @Chus
    Tu opinión la tenemos clara los que te leemos. Saludos

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  4. Norte del norte6:31 p. m.

    ¿Hay alguien del Sporting que te lea?
    Sería algo que podría ayudar a algunos ....

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