Diario de un sportinguista en el 'exilio': Sporting-Zaragoza

Este encuentro ha puesto mi confianza en el equipo medio paso atrás. No me gustó demasiado el juego gijonés. Se vio alguna cosa en ataque pero faltó mucha fluidez en las transiciones, mientras que en defensa los balones aéreos volvieron a ser un quebradero de cabeza. Se pudo aún así ganar, especialmente con un remate de cabeza de Gregory, aunque estoy convencido de que el Zaragoza se hubiera llevado los tres puntos de no haber venido en cuadro.

Marcelino tiene que arreglar desajustes defensivos también pero tiene dos jugadores muy interesantes: no descubro nada diciendo que Jorge López tiene muchísima clase y luego Abel Aguilar aporta mucha presencia en el centro del campo. Precisamente un centro del primero rematado por el segundo significó el empate. Lo positivo es que el Sporting sigue sumando y que a este ritmo -5 puntos de 12 posibles- se salvaría, y hay que tener en cuenta que las dos salidas fueron a Barcelona y Valencia. Hace un año habíamos perdido por estas fechas las cuatro primeras jornadas, encajando 19 goles, así que en comparación la situación es envidiable.

Ahora toca viajar a un campo complicado. Aparte de los grandes y junto a San Mamés, el Reyno de Navarra, es uno de los campos que peor le viene a las características del equipo de Preciado. Son equipos muy aguerridos y eso le suele venir mal al Sporting, aunque la campaña pasada el conjunto de Preciado ganó y bien en Pamplona. Me preocupa bastante la baja de Gregory, expulsado absurdamente por protestar al acabar el partido. Y creo que vino bien empatar el jueves porque de haber ganado, hubiera aparecido una euforia excesiva, que al equipo le suele venir mal, al situarse en puestos europeos.