Malos tiempos para los clubes de cantera

Mi respeto y admiración hacia los clubes de cantera es mayor que hacia el resto. Más o menos es lo que me ocurre con los grupos o artistas que componen sus propias canciones en contraposición con los 'cantantes de karaoke' que se limitan a juntar las palabras que les han escrito al ritmo de una melodía que les han compuesto. Sin embargo, desde hace unos años, corren malos tiempos para las entidades que se sustentan básicamente en sus canteranos: Athletic de Bilbao, Osasuna, Sporting de Gijón, Real Sociedad, Las Palmas...

Lo hacen por filosofía y/o limitaciones económicas. El problema se agrandó con la 'Sentencia Bosman' y se convirtió en muy grave con la aparición del dinero de las televisiones. Así se hizo imposible competir con garantías y los que gastaron por encima de sus posibilidades, en un intento de igualarse con el resto, acabaron inmersos en procesos concursales.

El Athletic coquetea desde hace años con el descenso aunque una buena generación (Llorente, Iraola, Yeste, etc.) les permite de vez en cuando alegrías como la final de Copa de esta temporada. Osasuna también está teniendo dificultades años tras año para mantenerse en la élite, lo que le obliga a acudir más al mercado. A la Real Sociedad, después de su increíble pelea por una Liga no hace demasiado, le vino un declive que por ahora lo tiene en Segunda. De ahí, ahogado por problemas económicos, no sale la UD Las Palmas. Y al Sporting le costó más de una década escapar del pozo pero le puede llevar muchísimo menos tiempo regresar a él. Al menos, los números rojos ya lo son menos.

Es el precio de tener que aferrarse a la cantera y a los fichajes a coste cero: lo bueno, bonito y gratis no existe. Mejor les va a las entidades que cuidan sus canteras de la mano de grandes presupuestos que les permiten atraer, junto a sus 'productos', a los mejores jóvenes talentos en edades juveniles (o inferiores) y rodearlos en el primer equipo de grandes estrellas. Es el caso del Barcelona, del Sevilla, o en un futuro posiblemente del Villarreal. Los jóvenes talentos aportan un rendimiento mayor, al tiempo que su madurez futbolística se adelanta, cuando conviven día a día con futbolistas consagrados, quienes descargan de presión y responsabilidades a los que empiezan.

El viento del fútbol actual, donde el dinero hace prevalecer únicamente la última jornada, sopla con fuerza en contra de las políticas de cantera. Afortunadamente, todavía hay clubes - fundamentalmente los que cito- empeñados en remar a contracorriente. Las televisiones y el Señor Bosman pusieron las primeras piedras de un muro demasiado alto. Ojalá vuelvan tiempos mejores.