Me adueño de unas palabras que me dijo Juan Manuel Lillo, entrenador de la Real Sociedad, al que entrevisté, aunque lo más apropiado sería decir "con el que dialogué sobre fútbol", el pasado jueves. Nunca había conversado con él y me resultó gratificante esta primera ocasión, por muchos clichés que se le hayan puesto.
Al preguntarle si estaba disfrutando del nivel de juego del Barcelona dirigido por su amigo Pep Guardiola, su respuesta fue la siguiente: "No sólo estoy contento por el amigo y la persona, sino porque todos los éxitos van generando mimetismo y ojalá esa propuesta (de juego) sea la que genere mimética". Traducido a un lenguaje sencillo: se copia todo lo que triunfa. En la música, en la televisión, en la literatura... y el deporte -el fútbol- no es ninguna excepción. Por eso, estaría bien que el ejemplo del juego culé de esta temporada, salvando las distancias que provocan las diferencias económicas-deportivas, se intente imitar desde otros bandos. Ganaría el fútbol.
Hay muchos ejemplos. Lo bien que le salió la 'huida' a Londres a Cesc Fabregas, animó a muchísimos a seguir el mismo camino: jóvenes como Piqué, Gerard Bruna, Daniel Pacheco, Sergio Tejera o Iago Falqué, entre otros. Asimismo, esta apuesta exitosa de Wenger por un jugador español, contagió que distintos clubes ingleses y europeos dejaran a un lado su escepticismo sobre la competitividad que podían aportarles nuestros futbolistas.
Tampoco debemos obviar el cambio de mentalidad sobre los llamados jugones (futbolistas con tanta calidad y toque como falta de estatura o corpulencia) a raíz del buen resultado que en los últimos tiempos están dando. Y saliendo del deporte rey, ahí está el camino que abrió Pau Gasol en la NBA a los españoles o a otra escala la posibilidad de que ahora en España haya más niños dispuestos a ser el próximo Fernando Alonso o Rafa Nadal, pese a ser especialidades no tan practicadas en nuestro país. Y es que todo se reduce a lo mismo: se imita lo que tiene éxito. Insisto, la idea es de Juan Manuel Lillo.
Al preguntarle si estaba disfrutando del nivel de juego del Barcelona dirigido por su amigo Pep Guardiola, su respuesta fue la siguiente: "No sólo estoy contento por el amigo y la persona, sino porque todos los éxitos van generando mimetismo y ojalá esa propuesta (de juego) sea la que genere mimética". Traducido a un lenguaje sencillo: se copia todo lo que triunfa. En la música, en la televisión, en la literatura... y el deporte -el fútbol- no es ninguna excepción. Por eso, estaría bien que el ejemplo del juego culé de esta temporada, salvando las distancias que provocan las diferencias económicas-deportivas, se intente imitar desde otros bandos. Ganaría el fútbol.
Hay muchos ejemplos. Lo bien que le salió la 'huida' a Londres a Cesc Fabregas, animó a muchísimos a seguir el mismo camino: jóvenes como Piqué, Gerard Bruna, Daniel Pacheco, Sergio Tejera o Iago Falqué, entre otros. Asimismo, esta apuesta exitosa de Wenger por un jugador español, contagió que distintos clubes ingleses y europeos dejaran a un lado su escepticismo sobre la competitividad que podían aportarles nuestros futbolistas.
Tampoco debemos obviar el cambio de mentalidad sobre los llamados jugones (futbolistas con tanta calidad y toque como falta de estatura o corpulencia) a raíz del buen resultado que en los últimos tiempos están dando. Y saliendo del deporte rey, ahí está el camino que abrió Pau Gasol en la NBA a los españoles o a otra escala la posibilidad de que ahora en España haya más niños dispuestos a ser el próximo Fernando Alonso o Rafa Nadal, pese a ser especialidades no tan practicadas en nuestro país. Y es que todo se reduce a lo mismo: se imita lo que tiene éxito. Insisto, la idea es de Juan Manuel Lillo.
La filosofía de juego del Barça debería ser un espejo para todos los clubes españoles. Basta ya de juego rácano y resultadismo. El fútbol es un espectáculo, y es evidente que si juegas bien, tienes muchas más opciones de ganar.
ResponderEliminarUn saludo
¡Qué suerte haber podido hablar con Lillo!
ResponderEliminarY qué razón tiene, sería bueno para el espectáculo y para nosotros, los aficionados.
Un abrazo Pablo!
Para dar espectaculo tienes que tener buenos jugadores y Guardiola los tiene. Intentar jugar bien con malos jugadores te conduce al desastre y Lillo lo sabe, otra cosa es el discurso para la galeria.
ResponderEliminarYa he actualizado el blog de Hala Madrid qué crees que es más importante, la liga o la champions? Me ha gustado tu entrada, interesante. ¿te disfrazarás en carnaval? un saludo compañero!
ResponderEliminarHala Madrid
hola, está muy bien esta entrada
ResponderEliminarvisítame en mi blog
futbol-chicks.blogspot.com
GRACIAS
Muy buen post.
ResponderEliminarSaludos
Haré un comentario calcado al de Sergio, porque nos ha dado la misma impresión veo. Qué suerte hablar con Lillo y cuanta razón tiene en su explicación.
ResponderEliminarSaludos!
Yo creo que la idea es lógica, pero el problema está en ver si hay equipos capaces de copiar el juego del Barça.
ResponderEliminarSaludos
A propósito de esta evidete reflexión, quisiera añadir algo de lo que me vino a la mente, aunque las palabras limiten o condicionen lo que quisira comunicar:
ResponderEliminarLa imitción es algo que utilizamos comunmente, cuando aprendemos. Imito un gesto, un dibujo, una actitud,... para lo cual hay que tener cualidades o ciertas aptitudes.
Lo novedoso es el que añade algo o mucho nuevo, dando el salto a lo creativo. En arte se etiende con los ejemplos de quien creó escuela de una corriente o nuevo estilo, en la ciencia igualmente y ahí quiero ir con lo de añadir algo a la reflexión del artículo: ¿quién pone un sello, estilo nuevo en un deporte?¿Está todo inventado, como se suele decir? Quizás en el deporte, que hay una reglas o normas, halla más limitaciones o condicionntes. El genio ¿es sólo el que supera determinadas cualidades? Sólo entra la genialidad de los que participan, en coordinación, inspiración, conjugado con la habilidad de manejar un objeto (balón) con un cuerpo, dirigido por una mente.
Perdonad si me salió muy filosófico, pero en síntesis: lo que hace grande a los grandes ¿es sólo la creatividad instantánea, basada mucho en el engaño al contrario?...
@Borja Corchado
ResponderEliminarSi juegas bien, tienes más opciones de ganar; pero al final los entrenadores se ven obligados por las presiones a ir al camino (resultadismo) que ellos creen más directo y que habitualmente no lo es. Saludos
@Sergio Santomé / Pol Gustems
Veo que no soy el único que considera una suerte hablar con Lillo. Saludos
@Daniel
No todos pueden jugar como el Barcelona, debido a las limitaciones de cada plantilla, pero sí al menos ofrecer una propuesta más alegre que rácana con el estilo que más se ajuste a cada equipo. Saludos
@Lau
Yo ya voy disfrazado de seguidor sufridor toda la temporada. Sobre tu otra pregunta, la Champions era una prioridad merengue hace semanas; ahora, se abre también la vía de la Liga. Curioso y difícil dilema. Saludos
@jose selles
ResponderEliminarMe algero que te haya gustado. Saludos
@Riikii
Gracias, saludos.
@Chus
No es tanto copiar, sino que cada equipo con sus posibilidades ofreca una propuesta interesante y lo menos rácana posible. Que el fútbol, además de negocio y deporte, es espectáculo. Saludos
@anonimo
Coincido en casi toda con tu reflexión. Yo añadiría que en muchos casos en el deporte se saca provecho de los fallos ajenos y ahí entran en acción los 'listos' y/o la suerte. Saludos