Diario de un sportinguista en el 'exilio': Sporting-Villarreal

El pasado sábado acabé triste por la derrota pero optimista a la vez que orgulloso por el partido que hizo el Sporting. Fue bastante mejor que el Villarreal, demostró que tiene equipo para permanecer en Primera y únicamente la falta de acierto arriba impidió la victoria. Bueno, eso y una mano de Godín que precedió al gol de Rossi.

Si el equipo de Preciado (que acabó expulsado por decirle al árbitro "hay que ver la que estáis liando") juega siempre así, no le podré reprochar nada, sea cual sea el resultado. Llevo tiempo diciendo que veo el futuro esperanzador, pese a que reconozco que la plantilla tiene carencias (lógico por el presupuesto) y mantengo que los encuentros ante el Barcelona y el Real Madrid no son el reflejo del nivel del equipo. Fueron demasiados grandes consecutivos, demasiado pronto y tres duelos concentrados en apenas seis días, con un trasfondo psicológico que nos castigó en exceso.

El Sporting ha mejorado en el aspecto defensivo. El pasado sábado ofreció veteranía en los centrales y ofició en la pareja de mediocentros (especialmente Diego Camacho; yo eché de menos a Míchel). Además, Luis Morán hizo un gran partido por la banda derecha y Carmelo estuvo de diez. Aquí hay crack. Es una pena que le faltase acierto en el mano a mano y que el cansancio acabase con él en el minuto 70.

Ahora hay una semana entera para seguir trabajando y para recuperarse físicamente, con el objetivo de estrenar el casillero de puntos en Mallorca, ante un equipo que lleva dos triunfos seguidos. Si se sigue en esta línea, eso y más es posible. Por último, sólo aporto un dato para los que analizan sin sacar conclusiones: fijaros en el calendario que han tenido los tres equipos que cierran la clasificación de la Liga.