La Radiografía (8): Arshavin

Un servidor sigue de vacaciones pero seguimos con publicaciones automáticas, con una nueva entrega de 'La Radiografía'. La actuación de Arshavin ante Holanda en la pasada Eurocopa dejó babeando a todos los aficionados y la gran mayoría, que lo conoció ese día, tan pronto lo encumbró como luego -tras su gris partido frente a España- lo devolvió aún más abajo de donde días antes estaba (en el desconocimiento) para ellos. Con este análisis, quiero ser justo con un grandísimo futbolista que lleva muchos años demostrando que tiene sitio en un club importante de las mejores ligas. No es tanto como pareció contra los holandeses ni tan poco como se quiso hacer creer después de pasar desapercibido ante nuestra Selección, aunque su versión habitual está más cercana a la primera. He escogido la final de la Uefa (Zenit-Glasgow Rangers) porque en encuentros así -que suelen ser trabados- se vigila de cerca a las estrellas y es más difícil que éstas brillen. Su primer tiempo es notable y su segunda mitad roza la perfección. Este post pretende ser el complemento audiovisual a la 'Cara B' que escribí sobre el jugador ruso.

--ANDREI ARSHAVIN (Nacido el 30 de mayo de 1981 en San Petersburgo).

Es un delantero (también media punta, de ahí que me guste que le definan como 'trescuartista') de muchísimo talento (1'15", 2'40" y 3'05"). Si los defensas le dejan recibir con espacio (55") es casi imparable, especialmente en carrera, aunque también tine un gran regate en corto (4'44"). Maneja las dos piernas, lo que le permite ser imprevisible en el uno contra uno, y es la mezcla perfecta entre un gran asistente (28", 1'28" y sobre todo en 3'36") y un definidor, siendo muy brillante en ambas facetas. Por su velocidad (2'58"), le gusta caerse a la banda, especialmente a la izquierda (16"), y se le da bien ganar la línea de fondo (2'28") para sacar centros (33", 40", 49" y 1'02") cuando incluso parece imposible. No es individualista, hace jugar a sus compañeros en torno a él (4'58"), y es muy inteligente (4'05"). Entre sus puntos negativos, su ausencia casi completa en funciones defensivas y que durante fases de un partido (o rara vez durante un encuentro completo, como ocurrió -por acierto de la defensa- ante la Selección española) desaparece. Pese a esto, es incomprensible que no salga del Zenit para metas mayores.

Video: LCDV / Foto: Google