España 3-Túnez 1: 'Cesc' Bomb y la remontada española

España demostró que sabe ganar jugando bien (ante Ucrania) y también que cuando las cosas se ponen cuesta arriba no pierden la fe ni el estilo. De buena parte de esto, es responsable Luis Aragonés, que sigue sin conocer la derrota. Tiene flor (como decía Luxemburgo) el 'Sabio de Hortaleza' (los tres hombres de recambio son los tres que intervienen en el empate). La remontada de ayer fortalece a un equipo al que el 'Plan A' le falló por la presión asfixiante de Túnez en el centro del campo. En el inicio del partido todo salió mal, Jaziri volvió loco a Puyol (que ayer fue humano en los primeros instantes del choque), Mnari aprovechó un rechace de Casillas al que no llegó ningún defensa español y ni el centro del campo ni los delanteros abrían la lata de la selección africana más europea, y que, por tanto, une más que ninguna de su continente toque con poderío físico. Xabi Alonso fue el mejor de los primeros 45 minutos; Casillas apenas tuvo que actuar en el gol; los laterales no ofrecieron nada en ataque y titubearon en defensa (especialmente Pernía con Trabelsi); Puyol y Pablo dejaron de ser inexpugnables; a Xavi, tal vez por cuestiones físicas, le costó entrar en el partido; y los tres delanteros se movían mucho pero con poca fortuna.

Villa y Luis García pagaron los platos rotos, y sus sustitutos no les mejoraron en juego, aunque sí en presencia en el marcador. El gol del empate fue lo único que hizo Raúl, una acción que media prensa ha aprovechado desde anoche para defenderle y al que sus compañeros se ven obligados a ensalzar más de lo que deberían por la burbuja que se crea en torno al capitán. No me gustaron sus cuchicheos y risas en el banquillo, ni su dedicatoria a Cañizares, como tampoco me agradaron las palabras del portero tras el partido. Es un gol de los suyos de antes, de listo, y ojalá en próximos partidos recupere el instinto afortunado de encontrarse siempre en el lugar adecuado en el momento oportuno. Sin embargo, ayer los artífices de la remontada fueron otros, fueron los bebés. Si el 'Plan A' falló y el 'B' (Raúl) empató, el 'Plan C(esc)' revolucionó el partido.

Y eso que el chaval de Arenys de Mar jugó 20 metros más retrasado de la posición en la que hace más daño. No obstante sus 19 años de talento, visión de juego y llegada fueron determinantes para que fuera posible derribar el muro tunecino. Avisó con un disparo nada más entrar, su segundo lanzamiento provocó el empate y un pase magistral que culminó de forma espectacular Torres hizo de nuevo soñar a todo un país que perdía poco a poco la esperanza y recuperaba viejos fantasmas. Y eso lo vio el equipo de rastreadores de Wenger hace tres años antes que ningún ojeador español.

El tercer partido será un trámite en el que Luis podrá hacer alguna prueba. Toca esperar al rival de octavos, donde yo espero a Suiza. Es la mejor del grupo G, pero también la que más nos conviene por estilo. Francia está vieja y su fútbol se arrastra pero prefiero no tentar a la suerte. Corea, en cambio, representa el recuerdo del fracaso pasado y un juego incómodo, un Túnez a la asiática. Siempre sufrimos ante los presuntos débiles.

Si el once de Ucrania funcionó y no se tocó, ahora hay que plantearse variaciones para los octavos. Cesc se ha ganado el puesto, tal vez por un Senna que ayer perdió el pulso al partido. Raúl, de momento, creo que no está para salir de inicio. Y Joaquín apenas intervino. El resto, debe saberlo Aragonés mejor que nadie.

-Foto: Marca