Gustavo Poyet sueña con ascender
al ‘Spanish’ Brighton a la Premier a corto plazo. Además, pretende hacerlo
jugando bien al fútbol, con un estilo combinativo que, a excepción del Swansea
en las pasadas campañas, prácticamente ningún equipo se ha atrevido a poner en
práctica en las categorías bajas del fútbol inglés. No es habitual en el mundo
del deporte que un protagonista del nivel del uruguayo sea tan accesible ni te
conceda el regalo de una conversación reposada y futbolera. En nuestra charla exclusiva con él, habla de los
españoles de su equipo, de su filosofía de juego y de la antesala de la máxima
categoría en el fútbol inglés.
-P: El Brighton está rozando los puestos de playoff esta
temporada. ¿Será posible el ascenso a la Premier?
-R: Es lo que queremos lograr,
pero somos realistas. Hay equipos grandes en esta división que han invertido
una cantidad de dinero muy importante, así que estamos compitiendo en papeles
por debajo del resto. Pero en cuanto a ambición y ganas, no nos gana nadie.
Estamos ahí con bastantes posibilidades, pero va a estar difícil.
-P: La Championship (segunda
categoría inglesa) debería ser un espejo en cuestiones como la organización y
profesionalización de la competición.
-R: Después de la liga inglesa,
la italiana, la española, la alemana y, para algunos, la francesa, vendría la
Championship. Sería la quinta o la sexta liga de Europa. Nosotros estamos
promediando entre 25.000 y 26.000 espectadores y somos de los clubes con menor
trascendencia. Hay equipos enormes, como el Leeds United, que hace diez años estaba
en la Champions. La gente no se ha dado cuenta de que la segunda de acá es
diferente a todo el mundo. Me pasa con futbolistas uruguayos, me dicen que es
segunda. Y yo les digo que es una segunda única.
-P: ¿Se hace eterna una temporada
con 46 partidos ligueros, más un posible playoff y el resto de competiciones?
-R: Es muy larga y muy dura,
con las dos copas (la de la Liga y la FA Cup). Tienes que tener cuidado con los
jugadores, hay que manejarlo mucho todo. Hay un trabajo de cuerpo técnico y cuerpo
médico importante porque es imposible para cualquier jugador estar 50-55
partidos al mejor nivel, sobre todo en el período invernal.
-P: ¿Cómo se lleva ser Manager en
Inglaterra, un cargo que abarca más funciones que las del entrenador
tradicional?
-R: Uno se quiere hacer
entrenador. El manager está prácticamente involucrado en todo, te hace estar en
contacto constante con otros departamentos del club. Por ejemplo, en un tema de
seguridad o ahora que estamos haciendo un campo de entrenamiento: opinas sobre
cómo quieres los campos, en que forma, cuantos juntos, o las dimensiones.
Participas en tantas cosas que se van a quedar en el club para siempre que te
da una responsabilidad extra, pero que me gusta mucho.
-P: El Brighton lleva tiempo
apostando por jugadores españoles…
-R: Por algo elegimos a los
jugadores españoles. La idea de traer este estilo de jugadores es porque
jugamos diferente a lo que uno está acostumbrado en el fútbol inglés en las
categorías bajas. Somos el equipo más técnico, los que mantenemos más posesión,
hacemos un fútbol único. Es un estilo que va a marcar de acá a muchos años al
Brighton, está asumido como una forma de jugar. Me llena de orgullo. Hay una
parte de mí que se quiere quedar siempre acá, la otra quiere llegara lo más alto. Tarde o temprano me gustaría
dirigir en la Premier.
-P: ¿Qué aporta cada uno de los
representantes del ‘Spanish Brighton’?
-R: Bruno tiene una calidad
extra, somos unos privilegiados de contar con él. Calderón es de los jugadores
que uno siempre quiere llevarlo a todos lados, un profesional impresionante,
siempre te da el máximo juegue 5 o los 90 minutos. David López a la mínima que le
encontré un lugar empezó a ser protagonista. Orlandi es un número diez que
cuanto más tiene la pelota, más jugamos nosotros. Y Vicente no hay palabras. La
gente está enamorada. Si lo mantenemos fuera de las lesiones, te podría decir ya
que entramos en los playoff seguro. Y la última adquisición hispano-argentina,
Ulloa, nos va a traer muchas alegrías y goles, tiene todas las características
ideales para jugar de delantero centro en Inglaterra.
-P: Es inevitable establecer una
comparación entre el Swansea de hace 3-4 años y el Brighton actual…
-R: La forma de jugar es lo
principal. Roberto Martínez lo ha demostrado en los dos equipos que ha estado.
Es un equipo técnico, trata de ser protagonista y manejar los tiempos del
partido. Cómo me hubiera gustado encontrarme el equipo que dejó Roberto, es una
envidia sana. Sousa, Rodgers y Laudrup se encontraron con el estilo y con lo
que ellos también quieren hacer. Roberto y yo, por el contrario, tuvimos que
empezar de cero y convencer a mucha gente, a los fans principalmente, de que no
había que estar siempre apurado ni jugar tan directo. Había que ser
protagonista de otra manera. Tienes que tener el grado de suerte de que te
acompañen los resultados. Si uno juega lindo pero no gana, no había ni estilo
ni entrenador. El riesgo que asumimos fue enorme, pero estábamos convencidos de
que era la mejor forma de jugar al fútbol.
-P: Hay que ser valiente para asumir
ese riesgo en categorías bajas.
-R: Hoy en día ningún equipo
juega el estilo de Roberto o el que me gusta jugara mí. Se habla del MK Dons, que es el que más
se parece, aunque se ha quedado descolgado. El estilo es importante mientras
tienes posibilidades de subir. Cuando uno se queda abajo, el estilo no cuenta,
sino el hecho de mantener la división. Fue bravo lo que hizo Roberto, me dio
las fuerzas a mí, porque lo hizo antes, de que era posible. Aunque la gente en
principio era reacia, tuve la oportunidad de convencerles.
-P: La mentalidad va cambiando en
el fútbol británico hasta el punto de que la FA, donde estaba tan arraigado el
fútbol directo, ya se plantea otros estilos.
-R: Lo están intentando cambiar,
no va a ser fácil. No es un tema solo de sistema táctico, es sobre todo mental
y técnico. La técnica en Inglaterra es mejor de lo que la gente habla. Cuando
uno es joven, ya tiene dentro de su disco duro ya tiene la posibilidad de no
arriesgar siempre la pelota y controlar el partido de una manera más eficiente.
Ahí está la parte principal que Inglaterra debe convencerse, la mental, más que
la física o la técnica.
--Fotos: Zimbio y Marca